1987: Noruega triunfa en Oslo
viernes, 16 de enero de 1987
Resumen del artículo
Después del éxito del primer Europeo, se generó mucha expectación para la segunda edición de 1987.
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Cuerpo del artículo
Siguiendo el éxito de la primera Competición Europea de Fútbol Femenino, la expectación fue grande en la segunda edición, en la que pasaban a la siguiente fase los ganadores de los cuatro grupos.
En el Grupo 1, los países escandinavos Noruega, Dinamarca y Finlandia quedaron emparejados con Alemania Federal, ganadora del campeonato mundial no oficial en 1984. Noruega había sido la selección más débil en el prestigioso Campeonato Nórdico que se había disputado entre 1974 y 1982, pero acabó este grupo invicta, derrotando a Finlandia por 2-0, del mismo modo que Dinamarca caía por 2-0 ante Alemania Occidental el último día.
Como en la edición anterior, en el Grupo 2 hubo un enfrentamiento británico, y de nuevo Inglaterra seguiría adelante. Una victoria por 10-0 sobre Irlanda del Norte subrayó su dominio. Suecia, anfitriona, ganó el Grupo 3 a pesar de caer por 2-0 en Holanda, mientras que la invicta Italia dejó su vitola de gran equipo en el Grupo 4.
Noruega fue elegida como sede para la fase final de marzo, y las anfitrionas alcanzaron la final al vencer a Italia por 2-0 en Oslo, mientras que Suecia necesitó de la prórroga para derrotar a Inglaterra por 3-2 en Moss y así repetir la final de 1984. Dos días después, Italia ganó a Inglaterra por 2-1 en Drammen para colgarse la medalla de bronce, pero todas las miradas se dirigían a Oslo, donde Noruega esperaba quitarle el título a Suecia.
El país anfitrión no había ganado un torneo internacional de importancia, masculino o femenino, desde que la Federación Noruega fuese fundada en 1902, pero dos goles de Trude Stendal dieron el triunfo a las escandinavas por 2-1. Y para demostrar que no había sido un golpe de suerte, vencieron a Suecia por 1-0 el siguiente año, en un torneo por invitación de la FIFA, que fue el precedente de la Copa Mundial de Fútbol Femenino de la FIFA, siendo Noruega, desde entonces, una auténtica potencia mundial.