UEFA.com funciona mejor en otros navegadores
Para la mejor experiencia posible, recomendamos usar Chrome, Firefox o Microsoft Edge.

2001: La magia de Müller selló el éxito

El tercer título consecutivo de Alemania llegó ante Suecia gracias a un gol de la futbolista germana.

2001: La magia de Müller selló el éxito
2001: La magia de Müller selló el éxito ©Bongarts

Tras fallar en 1993, en su intento de lograr un 'hat-trick' de títulos, Alemania finalmente pudo lograr tres Campeonatos de Europa UEFA femeninos al cerrar esta trayectoria con un último trofeo en su tierra. Pero tuvieron que esperar dos años para conseguirlo, ya que el torneo se convirtió en una competición cuatrienal para hacer hueco a la Copa Mundial de Fútbol Femenino de la FIFA de 1999, en la que Noruega perdió su corona y acabó cuarta.

De nuevo, el torneo se dividió en dos categorías, con Ucrania, Yugoslavia y Suiza como nuevos contendientes con respecto a 1997, y Rumanía, Croacia y Eslovaquia descendidas. Aunque sólo Ucrania, de los nuevos equipos que participaron, pudo evitar el último lugar en su grupo, algunas otras selecciones cambiaron el orden establecido.

En el Grupo 1, Francia continuó su mejora, y derrotó a Suecia en Nimes, con lo que se hizo con la primera posición. Noruega acabó por encima de Inglaterra y Portugal en el Grupo 2, y tres meses después de su último partido clasificatorio, ganó la medalla de oro en Atlanta. Alemania superó a Italia en el Grupo 3, mientras que Rusia ganó sus seis partidos en el Grupo 4, algo que no significó una hazaña en un grupo formado por las débiles Dinamarca y Finlandia.

En las repescas de esta cita hubo bastantes diferencias entre las subcampeonas y las terceras clasificadas. Dinamarca ganó a España por 1-6 y 4-2; Suecia también consiguió la victoria con un marcador global de 10-3 contra Finlandia; Inglaterra venció a Ucrania por 4-1 y se convirtió en la única selección que no se clasificó para 1997 que alcanzó los cuartos; y la victoria por 3-0 contra Portugal permitió a Italia el lujo de perder 1-0 en Portalegre.

En 1989 y 1995, Alemania se coronó campeona europea en su tierra, y tras otro intervalo de seis años, repitió la hazaña. El primer gol de la fase final lo logró Suecia ante las anfitrionas, un tanto marcado en el minuto 14 por la sueca Hanna Ljungberg. Pero frente a más de 10.000 seguidores, Alemania se repuso y marcó dos tantos por mediación de Claudia Müller y Maren Meinert. Alemania y Suecia derrotaron a Rusia e Inglaterra para alcanzar las semifinales, aunque su rivalidad, ni mucho menos, había concluído.

En el Grupo B, Noruega obtuvo una victoria por 3-0 sobre Francia, mientras que Italia superaba por 2-1 a Dinamarca. Después, Francia sería eliminada con un gol, en el último minuto, de Gitte Krogh que daba el triunfo a Dinamarca por 4-3, después de que fuera expulsada la francesa Corinne Diacre. Por su parte, Italia y Noruega empataban a uno. Parecía que Italia se clasificaría, pero Francia, jugando sólo por su orgullo, venció por 2-0. Italia hubiera avanzado si Noruega hubiese vencido a Dinamarca, pero las danesas ganaron por 1-0, dejando a las azzurri fuera por la diferencia de goles.

Ni Noruega ni Dinamarca superarían las semifinales. En Ulm, frente a un estadio repleto, Alemania eliminaba a Noruega con un gol de Sandra Smisek en el minuto 57, y más tarde, en la misma sede, el tempranero gol de Tina Nordlund permitía que Suecia vencer a Dinamarca, para, de esta manera, repetir la final de 1995 que ganó Alemania por 3-2.

Los 18.000 espectadores que se dieron cita en Ulm para la final fueron recompensados con un emocionante partido. Bajo una torrencial lluvia, el equipo alemán, con nueve jugadoras de la final de 1997 ante Italia, comenzaba muy fuerte, pero ningún equipo podría abrir el marcador en los 90 minutos reglamentarios.

Un gol de oro, el único que se pudo ver en el torneo, definió todo en el minuto 8 de la prórroga. El tanto de la alemana Müller le dio a su selección el quinto título europeo de sus vitrinas. Irónicamente, Suecia volvería a perder ante las alemanas por 1-0 en la final del Mundial de 2003, y también en el partido por la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos de 2004.