El prodigio que cumplió su promesa
lunes, 2 de febrero de 2004
Resumen del artículo
El goleador soviético Anatoliy Banishevskiy fue querido tanto por su lealtad como por sus goles.
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Con motivo del 50 Aniversario de la UEFA, a cada federación miembro se le pidió que votara por su mejor jugador de los últimos 50 años. Azerbaiyán ha elegido a Anatoly Banishevskiy como su Jugador de Oro.
Por Erkin Ibragimov
“Hay un chico que está creciendo aquí del que todos hablan. Está bien dotado, es bravo, listo y puede sentir el balón con todas sus terminaciones nerviosas. Todavía le falta sutileza. Ahora es más un gato, pero podrá convertirse en un lince. Es el enviado de Dios”.
Comienzo devastador
Estas palabras fueron pronunciadas en 1963 por el entrenador del FK Neftchi, Boris Arkadjev, sobre el jugador de diecisiete años Anatoly Banishevskiy. Dos años más tarde, el seleccionador de la URSS, Nikolay Morozov, había visto lo suficiente a Banishevskiy como para convocarlo. El joven respondió marcando siete goles en ocho partidos, incluido un “hat-trick” en un partido disputado en tierras griegas frente a la selección de Grecia, un gol frente a la selección de Gales en Cardiff, y más tarde anotando frente a Uruguay en Montevideo y a Argentina en Buenos Aires.
El mágico Maracaná
Esta racha fue coronada con un magnífico gol frente a Brasil en el estadio de Maracaná, con el que Banishevskiy logró una ovación de todo el estadio en el empate a dos de la URSS frente a Brasil, el que fue su primer resultado positivo frente a una selección sudamericana.
Grandes elogios
“Banishevskiy tuvo este extraordinario don de conocer exactamente dónde ir cuando hay un despliegue ofensivo y su forma de moverse siempre sorprendió a los defensas. Si le llegaba el pase correcto y podía superar al defensa con el balón, podías contar con él para crear como mínimo una ocasión de gol”, dijo Mihail Yakushin, otro seleccionador soviético que trabajó con el goleador.
Fútbol de ensueño
Fue la convocatoria hecha por Morozov, sin embargo, la que convirtió a “Banya” en el centro de atención. Algunos jugadores tuvieron que hacer su debut internacional cuando eran unos chavales. Nunca se había oído algo semejante: siendo un joven de la capital de Azerbaiyán, Baku ocupó el lugar de los delanteros consolidados de los clubes moscovitas.
Carácter juvenil
Banishevskiy no se vio afectado por la fanfarronería que le rodeaba. Era un hombre sencillo e incluso, cuando era una estrella en Baku, rehusó tener alguna ventaja de su recién adquirida fama, excepto para ayudar a sus amigos y compañeros de equipo.
Héroe nacional
En total, Banishevskiy fue convocado en 51 ocasiones y marcó diecinueve goles para la selección de la URSS. También anotó más de 100 goles en la Liga soviética. Esta capacidad anotadora le hizo ser el mejor jugador de Azerbaiyán de todos los tiempos, e incluso más famoso que el legendario Alekper Mamedov, que una vez marcó cuatro goles en San Siro al AC Milan cuando jugaba en el FC Dinamo Moskva.
Siempre fiel
Lo que convirtió a Banishevskiy en el favorito fue el hecho de que, al contrario que Mamedov, permaneció siempre fiel al Neftchi y a la selección de Azerbaiyán, a pesar de tener mejores ofertas económicas del FC Dinamo Kyiv y de los clubes moscovitas. “No podría jugar lejos de Baku”, fue su respuesta.
Por amor, no por dinero
De hecho, una mención de Banishevskiy en estos días estaría incompleta sin la descripción de un chico que jugaba al fútbol por jugar, no por una hacerse una carrera brillante o por dinero, un futbolista creado en la calle que tuvo que representar su arte al más alto nivel.
Duelo por un genio
“Banya” falleció a los 51 años, siendo un hombre pobre y solitario. Todavía su funeral fue posiblemente el más grande nunca visto en Baku, con gente llegando a calificar al difunto como un genio del deporte. Un jugador legendario que vive en los corazones de todos los que le vieron.