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De los barrotes a los goles

La Federación Italiana de Fútbol ha permitido que un equipo de presos juegue en un campeonato amateur.

Recordando la película de John Huston “Evasión o Victoria”, en dónde apareció Pelé, la Federación Italiana de Fútbol (FIGC) le ha dado a un equipo de fútbol de una prisión permiso para jugar en el campeonato amateur de tercera división. El conjunto se llama Freeopera, por la cárcel Opera ubicada en la afueras de Milán que alberga 1.400 reclusos.

Mirada cercana
La idea es producto del ingenio del director de la prisión Alberto Fragomeni y surgió como resultado del interés de los presos por el fútbol, un fenómeno que ha despertado gran pasión y llamado la atención de todos los estratos de la sociedad italiana, sin distinción de sexo, edad o clase social. Los 30 partidos del campeonato le proporcionarán a la gente de la calle, y principalmente a los círculos políticos, sociales y del mundo del deporte, la oportunidad de tener una mirada más de cerca de la vida en la cárcel.

Juegos en casa
Por obvias razones de seguridad, el equipo del Freeopera disfruta del privilegio de jugar todos sus partidos en casa, en un terreno de juego perfectamente convencional dentro de la prisión. La plantilla está conformada por 30 jugadores, que han sido escogidos por sus habilidades por un ex futbolista profesional, Marcho Nichetti, que jugó en la Serie A con el FC Internazionale. En el equipo además hay cinco jugadores extranjeros.

Delegación visitante
Para cada partido, la delegación visitante está compuesta por 50 personas, entre jugadores, técnicos, oficiales y aficionados, de ese modo subrayando el valor del proyecto como un medio de establecer, a través del fútbol, una conexión estable entre el mundo exterior y de dentro de la prisión. La idea es darle a los presos una clara visión de la realidad fuera de los barrotes, un mundo al que tendrán que enfrentarse tarde o temprano.

Equipo de guardias
Junto al equipo de los presos, la FIGC también ha registrado un equipo de guardias de la misma prisión, llamado el Frecce Azzurre, Flechas Azules. Los reclusos y los guardias entrenan juntos y tendrán la oportunidad de enfrentarse en un derbi, para el deleite de los cerca de 500 espectadores, principalmente otros presos, que regularmente presencian los encuentros. Incluso hay algunas mujeres reclusas dentro de la afición, que se muestran tan entusiasmadas con el fútbol como los hombres, y son quienes lideran los cánticos de apoyo.

Este artículo apareció originalmente en la publicación oficial de la UEFA, uefadirect.

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