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Pitido final para Meier

Arbitraje

El árbitro suizo dirigió su último partido el pasado fin de semana.

Por Mark Chaplin

A menudo oímos las reacciones de los jugadores cuando dan por finalizada sus carreras deportivas, pero, ¿y la de los árbitros? ¿Qué pasa por sus mentes cuando están en los últimos minutos de su partido, cuando dan el pitido final por última vez?

Último partido en Liga
El suizo Urs Meier ha vivido este sentimiento el pasado fin de semana. El sábado, Meier, que ha alcanzado el límite de edad para arbitrar a nivel internacional, dirigió su último partido de Liga en Suiza antes de abandonar el mundo del arbitraje tras 27 años como colegiado en partidos oficiales.

Apasionante partido
El árbitro de 45 años, que vive cerca de Zurich, fue el encargado de dirigir un emocionante encuentro entre los campeones del FC Basel y los segundos clasificados, el FC Thun. El partido fue un toma y daca ante 23.000 espectadores, marcando entre los dos equipos seis goles, teniendo Meier que mostrar la tarjeta amarilla en dos ocasiones.

Momento final
Finalmente, señalando el círculo central, Meier no sólo marcó el fin del encuentro, sino también el momento final de un largo e intenso camino en el mundo del arbitraje, en el cual ha alcanzado cotas muy altas. Después de cambiarse la camiseta con Andreas Gerber del Thun, se vieron mezclados en él los sentimientos de “alegría, tristeza y nostalgia” que experimentó antes del partido, pasando a unos ojos llorosos y a un indudablemente sentimiento de vacío.

Subiendo de rango
Meier empezó su carrera arbitral en 1977. Llegó a la primera división suiza en 1991, y fue árbitro FIFA desde 1994. En su etapa europea, comenzó en el Campeonato de Europa UEFA sub-16 en la República de Irlanda en 1994, y fue subiendo de rango en las listas de la élite internacional y de la FIFA.

Implicado en el fútbol
“Llegué a árbitro porque no jugaba bien al fútbol. Quería estar relacionado con este deporte en grandes estadios como San Siro en Milan, y pensé que podría hacer esto siendo árbitro”, dijo.

Emociones vividas
Cuando echa la vista atrás en su carrera, Meier recuerda todas las emociones que ha vivido como árbitro a lo largo de su vida. Por ejemplo, en 1998, tuvo que dirigir un intenso encuentro de la Copa Mundial de la FIFA entre Estados Unidos e Irán. “El ambiente en el estadio fue increíble”, dijo.

Gran responsabilidad
Tras arbitrar en la UEFA EURO 2000™, dirigió la final de la UEFA Champions League 2001/02 entre el Bayer 04 Leverkusen y el Real Madrid CF, y dos encuentros en el Mundial de Corea y Japón en 2002, incluyendo la semifinal entre la República de Corea y Alemania.

Experiencia portuguesa
Este verano tuvo una experiencia menos feliz. En la EURO 2004™ en Portugal, Meier fue objeto de los críticas por su decisión de anular un gol a Inglaterra en los cuartos de final contra Portugal. El árbitro aguantó esta persecución personal de la mejor forma posible. La UEFA describió esta situación como “inaceptable”.

Trabajo duro
Meier señala que el trabajo de los árbitros con el paso de los años es más complicado, ya sea por el ritmo del juego, la cantidad de encuentros que se juegan, y por la conducta de los jugadores. Dice al igual que sus colegas, que mientras los jugadores son perdonados por sus errores o goles fallados, los árbitros no pueden esperar tal indulgencia.

Gran satisfacción
Ahora su hijo, un adolescente, tomará el relevo arbitral, y Meier le dijo que le dará su silbato. La camiseta de Gerber Thun la pondrá al lado de la de Zinédine Zidane que consiguió en la inauguración del Stade de France. Una vez olvidada la tristeza inicial, Meier será capaz de recordar una excelente carrera arbitral.