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Inglaterra, en pie de guerra ante el racismo

Contra el racismo

El país británico encabeza la lucha contra este grave problema en el fútbol.

Por Adam Szreter

Cuando un indignado Eric Cantona se lanzó a la grada tras ser expulsado durante un partido de la Premiership contra el Crystal Palace FC en enero de 1995, muchos sintieron que fue una reacción desmesurada del jugador francés del Manchester United FC. Pero el incidente de Cantona, que pagó su actitud con 120 horas de trabajo de servicio social, sirvió como alarma a un movimiento de lucha contra el racismo y la xenofobia en el fútbol, por lo menos en un país, pese a no ser una actuación en ningún caso justificable.

Historia inglesa
Con su historia de colonialismo e inmigración, Inglaterra siempre ha estado bien situada en la lucha contra el racismo en el fútbol europeo. Sin embargo, como el ex jugador del Liverpool FC e internacional inglés John Barnes dijo: “Hasta que no insultaron a un francés blanco en nuestra liga, el racismo no se empezó a tomar a serio”.

Nueva campaña
Fue durante la temporada pasada cuando Lord Herman Ousely, el Presidente de la Comisión para la Igualdad Racial, persuadió a la Federación de Futbolistas Profesionales Ingleses para que se unieran con él en la campaña de lucha 'Let's Kick Racism Out of Football' (Hay que echar al racismo del fútbol). “La primera medida fue que el deporte levantase las manos y dijese ‘Aquí tenemos un problema’, dijo Leon Mann de 'Kick it out', la organización que ha promovido la campaña desde 1997.

Poder del jugador
“Luego, con la PFA, comenzó una creciente toma de conciencia y desde ahí llegó a convertirse en una campaña basada en el jugador, usando el poder y el atractivo de nombres populares para lanzar el mensaje. El arranque de esta campaña coincidió con el incidente de Cantona, que llevó al deporte a darse cuenta de que teníamos un problema muy complicado, y estoy seguro de que muchos de nuestros colegas europeos están en esa fase en la actualidad”.

Papel activo
Con eso conseguido, el siguiente obstáculo era saber lo que hacer. “Teníamos que asegurarnos de que los clubes entendían que necesitaban mecanismos para asegurar que se sancionaban los insultos racistas, y que las personas tuviesen la confianza de realizar esas quejas y sentir que podían solucionarse de la forma correcta”, dijo Mann.

Pasos simples
“Esto fue llevado a cabo por futbolistas, administradores y clubes, por medio de anuncios públicos, y todas las cosas que ahora vemos como básicas. Sin embargo, en términos de creciente toma de conciencia, esa fue una fase dura. Ahora, a través de programas de partidos y vallas publicitarias las personas sienten la presencia de una organización contra el racismo y tienen una forma de denunciar cualquier incidente que hayan sufrido”.

Equipos involucrados
“Es muy importante que los equipos estén involucrados. En Inglaterra, los 92 clubes profesionales tienen alguna actividad anti-racista, y yo diría que el 75% de ellos tendrán iniciativas que se llevarán a cabo durante el año. Algunos, como el Charlton Athletic FC y el Leicester City FC, han hecho un gran trabajo”.

Apoyo legal
Después de eso, había que involucrar a las autoridades, y asegurarse de que la seriedad de este asunto fuese entendida. “Fue en 2000 cuando el Acta del Fútbol de 1991 fue corregida y el insulto racista dejó de ser una simple ofensa por la que se recibiría una advertencia, y pasó a ser una falta grave motivo de expulsión”, dijo Mann.

Trabajo de educación
"Claro que tiene que haber un trabajo de educación también, y trabajando con las escuelas hemos concienciado a la próxima generación. En este momento estamos trabajando por la igualdad de razas mediante charlas impartidas a los jugadores jóvenes de los clubes, acerca el racismo, la diversidad y la igualdad", añadió.

Perspectiva europea
“Hemos visto el progreso que hemos hecho aquí, pero sabemos por nuestros colegas europeos que en otros países esto no está sucediendo. El hecho de que sólo 26 de las 52 federaciones hayan tomado la financiación de la UEFA es realmente desalentador, particularmente cuando hablamos con gente encargada de las campañas que generalmente no tienen fondos para realizar cualquier trabajo, y que se realizan la mayoría de las veces en base al trabajo voluntario".

Unirse por un objetivo
“Hasta que la gente realmente entienda la seriedad de este asunto, seguiremos insistiendo, porque necesitamos el apoyo de los gobiernos. Trabajar con los aficionados ciertamente puede ser una gran ayuda, pero trabajar con todos los organismos involucrados en el fútbol es la clave, y eso es lo que ha sido crucial en nuestra campaña en el Reino Unido”.

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