El camino hacia la integración

Por Kadira Malkoc

“El racismo es un profundo fenómeno social y político. Es nuestro deber como organismo gobernante del fútbol en Europa que nuestras federaciones miembro tomen conciencia del problema, ya que no es algo que vaya a desaparecer solo”, dijo William Gaillard, Director de Comunicación de la UEFA, durante la conferencia de la organización FARE (Fútbol Contra el Racismo en Europa) celebrada en abril en Bratislava.

Exclusión social
La etnia gitana, que emigró del noroeste de la India a Europa hace más de 1.000 años, ha sido durante mucho tiempo víctima de rechazo, exclusión social y racismo, especialmente en las áreas donde su número es mayor: Rumanía, Hungría, los Balcanes, la República Checa y Eslovaquia.

Ejemplo
El alcance de los problemas a los que se enfrentan en Eslovaquia llegó a los delegados de la FARE cuando a algunos de ellos no les permitieron entrar en un bar de Bratislava porque iban acompañados por gitanos. Cuando esto se traslada al fútbol, la situación es complicada.

Muro de silencio
Muchos gitanos forman parte del fútbol europeo como jugadores, entrenadores, y dirigentes de clubes, pero numerosos representantes gitanos del fútbol con los que contactó uefa.com declinaron hablar abiertamente sobre sus problemas, o incluso admitir sus orígenes.

Estigma
“Hay un fuerte estigma social con respecto a los gitanos que hace que sea muy complicado resolver el problema. Y esto es algo muy duro si tienen esperanzas de avanzar en sus carreras y entrenar a algunos de los mejores clubes de sus países”, explicó Nicolae Valeriu, de la Oficina de Información Gitana Europea en Bruselas.

Jugadores de talento
Es raro ver a jugadores de orígenes gitanos en las primeras divisiones. En divisiones inferiores hay más futbolistas gitanos. La mayoría de ellos tienen bastante talento, pero los clubes punteros son reacios a gastar dinero en jugadores gitanos.

Exclusión deportiva
“Con el racismo y la discriminación racial, los gitanos y otras minorías en Europa no pueden participar en una parte importante de la vida normal deportiva. Los negros y los gitanos no abundan en las gradas de los estadios en los partidos de fútbol. Éste es un factor muy importante del porqué hay racismo actualmente en los estadios europeos”, dijo Carlos Ferreira Nunez, de la Coalición Española Contra el Racismo.

Rumanía actúa
Las federaciones están empezando lentamente a darse cuenta de la importancia de atajar este problema. La Federación Rumana de Fútbol (FRF) recientemente ordenó al FC Steaua Bucuresti y al AFC Rapid Bucuresti jugar a puerta cerrada después de los cánticos racistas que se escucharon en su partido del 13 de abril por parte de ambas aficiones.

Castigo pionero
“Es la primera decisión tomada en Rumanía en el tema del racismo e insultos, pero es tiempo de actuar con mano dura y tratar de evitar un comportamiento similar en el futuro”, señalaba la declaración de la FRF.

Esfuerzo húngaro
Por su parte, la Federación Húngara de Fútbol ha creado un Comité Gitano cuya tarea principal es identificar y pelear contra la discriminación racial. También se han hecho otros esfuerzos a nivel local para formar equipos que cuenten con varios jugadores de minorías.

Pequeños pasos
Estos son pasos pequeños, pero es un importante inicio. La primera medida para acabar con el racismo en el fútbol europeo es reconocer que existe un problema. El lento progreso de los gitanos hacia la integración en el mundo del fútbol ha comenzado. Las cosas sólo podrán mejorar.