El precio del cambio

Cuando el Tribunal Europeo de Justicia dictó sentencia en favor de Jean-Marc Bosman el 15 de diciembre de 1995, el AFC Ajax, campeón de Europa, iba camino de su segunda final de la UEFA Champions League consecutiva liderado por un joven grupo de jugadores holandeses. Cinco meses después cayó derrotado por la Juventus en Roma, aunque perdería mucho más como consecuencia de la resolución del Tribunal Europeo.

”Muy difícil adaptarse”
“Fue muy difícil adaptarse, nadie sabía el verdadero alcance de aquella decisión”, declara Louis Van Gaal, entonces entrenador del Ajax. “Intentamos atar a los jugadores de inmediato, pero muchos de ellos decidieron marcharse con la carta de libertad bajo el brazo. El AC Milan fichó a Patrick Kluivert, Winston Bogarde y Michael Reiziger gratis, y los vendió después por mucho dinero”. Edgar Davids también decidió marcharse a Milán libre de contrato, dejando mermada la columna vertebral del Ajax. El fútbol europeo entraba de lleno en la era Bosman.

Traspaso de poderes
El poder había pasado inexorablemente de los clubes a los jugadores. “Todo fue muy rápido”, dice Nils Skutle, presidente del Rosenborg BK en 1995 y ahora director general. “No lográbamos entender qué sucedía. Antes de Bosman, si un jugador terminaba contrato siempre podías sacar cierta cantidad de su traspaso. Tras la sentencia, los jugadores podían irse sin más, sin ninguba compensación a cambio. Tuvimos que desarrollar un control más exhaustivo de los jugadores, lo que supuso un aumento de los gastos del club. Éste fue el mayor efecto de la sentencia Bosman”.

La nueva legislación laboral 
El Rosenborg, formado en gran medida por su política de reclutar a jugadores locales, consiguió otros nueve títulos consecutivos noruegos. Sin embargo, los clubes estaban impacientes por aprovechar la nueva legislación laboral. En las competiciones de la UEFA bajó enormemente la proporción de jugadores que habían logrado la clasificación para un club de su país; del 83% en la 1995/96, se pasó a un 55% en la temporada 2002/2003. El 26 de diciembre de 1999 el Chelsea FC se convirtió en el primer equipo de la Premier League que formaba un once sin ningún jugador inglés.

Últimas consecuencias
Jean-Luc Lamarche conoce a la perfección el mercado francés. Él trajo a Ronaldinho al fútbol europeo cuando era manager general del Paris Saint-Germain FC en el año 2000 y ocupó el mismo cargo para el RC Lens en 1995. “Nos dimos cuenta inmediatamente del enorme alcance de la sentencia Bosman. Las antiguas leyes no se adaptaban a la situación actual y supimos que todo evolucionaría a una velocidad de vértigo”. Sobre las últimas consecuencias dijo: “El fútbol profesional es ahora más limpio, pero también más despiadado”.

“Los ricos, cada vez más ricos”
En todo el continente se puede observar cómo sólo unos cuantos clubes tienen saneadas sus cuentas bancarias. “Los clubes más ricos son cada vez más ricos y llevan sus negocios por el buen camino”, declara Skutle. “Ésta es la tendencia actual. En Europa hay tres, cuatro, cinco equipos poderosos, y no hay muchos indicios de que esto vaya a cambiar. La sentencia Bosman ha beneficiado a los grandes clubes, sin duda. Los clubes ricos son los más atractivos para los buenos jugadores y la contratación de los mejores jugadores es una espiral creciente de riqueza”.

”Fase de crecimiento”
El mercado puede ser despiadado, pero según John Goddard, profesor de economía financiera en la Universidad de País de Gales, esa es la clave para que los clubes ingleses sobrevivieran en la transición hacia la era post-Bosman. “El fútbol ha crecido enormemente en popularidad en los últimos diez años”, declara. “Habría sido más difícil hacer esto con el simple apoyo de la masa social. Los ingresos televisivos han sido decisivos. Ha sido una suerte para los clubes de fútbol en general que la transformación en el mercado de trabajo se haya producido durante una fase de crecimiento”.

Preocupación
Los clubes en Europa todavía experimentan la repercusión de la sentencia Bosman. El poder de los agentes es preocupante, al igual que el escepticismo de los clubes a la hora de apostar por el talento de los jugadores locales. La UEFA ya ha planteado su iniciativa de incluir un cupo de jugadores procedentes de la cantera en cada plantilla.

Sistema estable
“Esto siempre será una lucha entre los ricos que quieren ser más ricos y la solidaridad", dijo Skutle. "En el Rosenborg vemos las dos caras de la moneda, los clubes ricos de Europa y los clubes pobres en Noruega. Es necesario encontrar un equilibrio y tenemos que luchar por conseguirlo. Lo más importante es contar con un sistema estable, donde el desarrollo financiero sea sostenible. El problema llegó a mediados de los 90”.