1984: Pia Sundhage
viernes, 10 de octubre de 2008
Resumen del artículo
En la primera edición del Campeonato de Europa Femenino, la atacante fue la encargada de anotar el penalti de la victoria de Suecia ante Inglaterra.
Article top media content
Cuerpo del artículo
La primera edición del Campeonato de Europa Femenino de la UEFA se produjo en 1984. No pudo haber más emoción, ya que la final entre Suecia e Inglaterra se decidió en una fatídica tanda de penaltis. El lanzamiento definitivo fue obra de la sueca Pia Sundhage, quien supo templar sus nervios y le dio el título a su país.
El choque de vuelta de la final se produjo el 27 de mayo de 1984 en Kenilworth Road, Luton. El combinado inglés venía de perder por 1-0 en el primer partido y consiguió igualar ese resultado, mandando la eliminatoria a los penaltis. "El día antes del partido, nuestro entrenador Ulf Lyfors preguntó quién quería tirar el último penalti en caso de que se llegase a la tanda. Yo tenía confianza y me ofrecí como voluntaria. Él me miró y me dijo: ‘Lo has prometido'. Y por eso fui la encargada de lanzarlo", dijo Sundhage a uefa.com. Esa promesa y su acierto desde los 11 metros le han permitido pasar a la historia al convertir a Suecia en la primera campeona de Europa femenina.
Lo cierto es que era la persona más indicada para asumir esa responsabilidad. Ya había demostrado en numerosas ocasiones su calidad en la definición y había sido la autora del gol sueco en el primer encuentro de la final. En total, consiguió nada menos que 70 goles en los 146 partidos que disputó con su selección. Su carisma dentro y fuera del terreno de juego ayudó al desarrollo del fútbol femenino y sigue trabajando en ello ya que en la actualidad es entrenadora.
"Aprecio mucho que los medios de comunicación nos tengan en cuenta, ya que al principio nadie nos hacía caso. De hecho, más bien se reían de nosotras. Yo empecé a jugar al fútbol cuando tenía cinco o seis años y lo hacía con niños, porque no había equipos de chicas. Pero la verdad es que siempre me elegían de las primeras", dijo sonriendo Sundhage
Al final encontró a otras chicas con sus mismas inquietudes y acabó por unirse al IFK Falköping, donde brilló desde su llegada al equipo con 14 años. Sólo uno más tarde llegó su debut con la selección sueca. "Fue en 1975 contra Inglaterra y ganamos por 2-0 en Góteborg. El seleccionador me llamó por teléfono y leí un artículo en la prensa en la que hablaba sobre el debut de una niña tan joven, con sólo 15 años. Pero la verdad es que no estaba nerviosa porque sabía que tenía capacidad técnica y eso me hizo fácil entrar en el grupo". Tan a gusto se encontró que no dejó el equipo nacional hasta su retirada en 1996.
Con Sundhage como eje de la selección en el centro del campo, Suecia se proclamó subcampeona de los Campeonatos de Europa en 1987 y 1995. "También recuerdo la Copa Mundial de la FIFA 1991 en China, donde conseguimos la medalla de bronce, y los Juegos Olímpicos de 1996. Fueron citas muy importantes para mí, y sobre todo para el desarrollo del fútbol femenino". En su país, ganó cuatro campeonatos de liga y cuatro copas en el Jitex BK y en el Hammarby. No contenta con todo ello, desde principios de los 90 compatibilizó su labor como jugadora con el de entrenadora.
Y la misma inteligencia que mostraba sobre el terreno de juego la está utilizando en su faceta como entrenadora. Después de haber dirigido a niñas de todas las edades en las categorías inferiores de la selección sueca, se le ofreció el papel de asistente de los Philadelphia Charge en 2001. Un año más tarde asumió las riendas de los Boston Breakers, convirtiéndose en la segunda mujer en dirigir a un equipo en la historia del fútbol estadounidense. En su primera temporada fue elegida Entrenador del Año. "Fue una experiencia única trabajar como entrenadora profesional en los Estados Unidos. Sólo estar de cerca de jugadoras como Kristine Lilly o Maren Meinert ya fue algo especial, y me dio mucha confianza y nuevas ideas". Posteriormente volvió a Suecia para entrenar al KIF Örebro DFF entre 2005 y 2007 y fue asistente del equipo nacional de China. Su último gran éxito se acaba de producir con la consecución de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de 2008, al frente de la selección de Estados Unidos.