1993: Hege Riise

Una de las jugadoras más famosas de la historia del fútbol femenino, Hege Riise colecciona una gran cantidad de tributos a lo largo de su brillante carrera. Formó parte de una de las selecciones que ganaron la Copa Mundial de la FIFA femenina,  el Campeonato de Europa femenino de la UEFA y los Juegos Olímpicos.

Descrita como "seis pares de ojos", Riise es una prodigio de capacidad para leer los partidos, creando ocasiones y hacienda goles desde el centro del campo. Todo ello tanto en los clubes en los que ha jugado en Estados Unidos y Japón, como en su estancia exitosa en el Asker en Noruega.

Nacida en Lorenskog, en las afueras de Oslo, Riise ha sido desde muy joven una fanática del deporte, dedicando su niñez a esquiar y al balonmano entre otros deportes. Sin embargo, a los 15 decidió dedicarse al fútbol. "De adolescente algunas personas me dijeron que era muy buena, pero al principio no tuve el valor para decirme a mí misma, puedo ser una jugadora de la selección nacional", comentó Riise. Tal desconfianza para difícil de creer en un individuo que ha jugado en 188 ocasiones con Noruega y ha marcado 58 goles. Sobre su talento, Riise comentó: "El elemento más fuerte de mi juego es que veo situaciones que otras jugadores no ven. Tengo un sentimiento de que mis compañeras entienden mi forma de jugar y me la facilitan".

Empezó su carrera en el club local del Setskog/Holand, debutando con la selección nacional con 20 años en 1990. Al año siguiente ayudó a su país a llegar a la final de la Copa del Mundo Femenina y Noruega demostró su crecimiento en Europa en 1993, derrotando a Italia en la final del campeonato europeo. Dos años más tarde, Noruega ganó el Mundial al vencer por 2-0 a Alemania, con Riise haciendo el 1-0. "Llegamos al torneo con mucha confianza. Todas estuvimos en un gran estado de forma. Apenas encajamos goles y con el paso del torneo nos hicimos más fuerte. Fue una experiencia divertida desde el inicio hasta el final", recordó.

Tras el torneo, Riise ganó el Balón de Oro como jugadora más valiosa del Mundial, y junto con su compatriota Linda Medalen, emprendió la aventura de Japón para jugar en el Nikko Securities. El cambio de cultura la hizo crecer otro nivel más, ya que el estilo japonés le ayudó a mejorar su coordinación y la técnica, cualidades que cree que son menos desarrolladas en el fútbol europeo. "La mentalidad japonesa es la de jugar a cuatro pases e ir a por goles. Nosotras les enseñamos que quizá eso se puede hacer en dos pases y avanzar hacia el gol", señaló Riise.

Después de dos años en Japón, Riise regresó a casa para jugar en el Asker. Ayudó a Noruega a conseguir la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de 1996 y cuatro años más tarde, en Sydney, consiguió la medalla de oro. Ese mismo año, se marchó a América para fichar por el Carolina Courage. Ella describe esa época "como la más divertida desde que juego al fútbol, en la cual fui agobiada por las jugadoras de allí las cuales me querían imitar. Parecía que teníamos un rol de modelo. Esto nunca pasaría en Noruega".

Riise puso el punto final a su gloriosa carrera internacional en septiembre de 2004, señalando: "Fue un proceso gradual. Jugar con la selección nacional". Riise continuó jugando en el Team Strømmen hasta que se convirtió en entrenadora en 2006. Además, se involucró en la selección nacional, siendo ayudante de Jark Torske en la sub-20.