El Barça vence por la mínima

El FC Barcelona venció esta martes al Benidorm CD en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey por 0-1 gracias al tanto conseguido por Bojan Krkić en la segunda parte. El conjunto de Josep Guardiola fue superior durante todo el encuentro y gozó de claras oportunidades, pero su falta de acierto le impidió sentenciar con claridad la eliminatoria.

Muchas novedades
El Barça se plantó en el Foietes, el estadio del Benidorm, con la mayoría de los suplentes ante el descanso que Guardiola dio a los teóricos titulares. Así, excepto Daniel Alves y Eric Abidal, gozaron de minutos todos los futbolistas de la plantilla que menos han contado para el técnico, ya que pesos pesados como Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Thierry Henry o Lionel Messi ni siquiera entraron en la convocatoria.

Dominio culé
Desde el primer minuto, y con una fuerte lluvia, el Barça tuvo la posesión de balón y disfrutó de ocasiones claras en la primera parte, pero no pudo transformar ninguna de ellas, muchas protagonizadas por un activo Bojan. Así, y tras una oportunidad errada por Silvinho, Bojan cruzó demasiado un perfecto pase en profundidad de Alves. Poco después, José Manuel Pinto tuvo que esforzarse ante un buen cabezazo del Benidorm a la salida de un saque de esquina. El partido bajó de velocidad hasta la reanudación aunque hubo tiempo para que en el 28’ Bojan disfrutase de una nueva oportunidad que impidió Juan Carlos Caballero, el portero local.

Gol de Bojan
La segunda parte no planteó novedades, el Barça no se relajó y siguió con intensidad, lo que permitió marcar el primer tanto del encuentro, obra de Bojan en el minuto 55. El joven canterano recogió el balón en las proximidades del área y batió a Caballero con un ajustado derechazo que se coló en la portería local. A partir de ese momento, el partido bajó de ritmo casi de forma definitiva. El Benidorm se conformó con el resultado y el Barcelona, aunque pudo marcar algún tanto más, dio también por buena esta victoria por la mínima con la tranquilidad que supone jugar el partido de vuelta en el Camp Nou.