Deschamps sonríe con el OM

Las celebraciones se alargaron durante esta noche en el sur de Francia. Este miércoles el Olympique de Marseille, después de 18 años de espera, conquistó el título de la Ligue 1. El champán brotó cuando Mamadou Niang sentenció el encuentro y sólo entonces el técnico Didier Deschamps se mostró como un hombre feliz. Por su parte, el presidente, Jean-Claude Dassier, no dudó en otorgar el mérito al hombre que "había hecho esto posible".

En 1992 pocos se habrían tomado en serio que dos décadas después el OM levantaría su noveno título en la Ligue 1. Había conquistado las cuatro ligas anteriores y en mayo de aquel año se proclamó campeón de la edición inaugural de la UEFA Champions League, su último título hasta 2010. La Copa de la Liga en marzo ante el FC Girondins de Bordeaux acabó con esta espera y cinco semanas más tarde, con su victoria por 3-1 ante el Stade Rennais FC, el Marsella regresó por fin a lo más alto.

"Es algo genial para el fútbol francés tener de vuelta a lo más alto al Marsella", dijo el ex internacional Youri Djorkaeff, que ahora trabaja como comentarista en la televisión. Aunque las verdaderas celebraciones se produjeron en la propia ciudad, donde Mathieu Valbuena celebró "el día más brillante de mi vida", y Niang, que se tomó un descanso mientras bailaba sobre las mesas del vestuario, elogió "una increíble noche y una gran recompensa para la gente de Marsella". La afición no necesitó demasiadas palabras para animarse, ya que miles de aficionados se echaron a las calles del puerto de 2.600 años, y algunos valientes se atrevieron a bañarse en las heladas aguas.

Algunos ni siquiera habían nacido cuando, el 26 de mayo de 1993, un tal Deschamps levantó el trofeo de la UEFA Champions League después de que el Marsella venciera en la final por 1-0 al AC Milan. Deschamps reemplazó a Erik Gerets como entrenador el pasado verano, y el jugador más exitoso en el fútbol francés ha visto renacer al equipo. "No celebras las cosas de la misma forma cuando eres entrenador que cuando eras jugador, pero es una enorme satisfacción", dijo el técnico de 41 años. Dassier cree que Deschamps tiene todos los motivos para disfrutar de este momento, y preguntado sobre si el técnico seguiría el próximo año en el banquillo, se mostró inequívoco: "Como no soy totalmente estúpido, le pediré que se quede".