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Chamakh, en deuda con el Burdeos

El jugador marroquí ha causado una gran impresión con el Arsenal, pero mientras aguarda su encuentro ante el Partizán, el delantero dice que siempre llevará en el corazón al Girondins.

Marouane Chamakh (Arsenal FC)
Marouane Chamakh (Arsenal FC) ©Getty Images

"Es algo que me llevaba atemorizando durante semanas. Sabía que sería un momento emotivo y que probablemente soltase alguna lagrima. No estaba seguro de cómo iban a reaccionar los aficionados", comentó Marouane Chamakh respecto a su último partido en casa con el FC Girondins de Bordeaux.

El jugador de 26 años no tenía por qué preocuparse. La afición de Chaban-Delmas le despidió con una ruidosa ovación . Con el pitido final el delantero, con sus ojos empañados en lágrimas, se acercó al Virage Sud donde y pudo escuchar gritos de "Gracias, Marouane, muchas gracias". El futbolista comentó respecto a su antiguo club: "El Burdeos era como una segunda familia. Yo era un niño cuando llegué al club y allí crecí y lo aprendí todo. Espero que los aficionados todavía me tengan aprecio. Saben que siempre dí el 150 por ciento".

Chamakh habla como juega, de todo corazón. "Nunca administro mis energías. Simplemente corro, y corro tanto como puedo. Peleo y lucho al máximo hasta que mis piernas me lo permiten. Pero para eso antes tengo que confiar en mi técnico, en mis compañeros y en los aficionados. Ahora estoy en el Arsenal porque tuve la suerte de tener un club y una gente que siempre me apoyó", comentó el delantero.

Chamakh llegó al Burdeos con 16 años y el comienzo no fue fácil. "Vengo de una familia grande y unida. Estaba acostumbrado a hacer todo con mis tres hermanos y me encantaba pasar el rato con mi hermana pequeña. De pronto, tuve que dejar todo eso atrás", declaró el jugador.

Pero encorajado por su padre Mustapha, Chamakh aprendió y creció entrenando al lado de Christophe Dugarry: "Duga me ayudó a ser mucho más completo. Me enseñó a proteger el balón y a saber cómo mejorar todos mis movimientos".

El adolescente se ganó, seis meses después, una plaza en el primer equipo para disputar la Copa Mundial de la FIFA. Chamakh pudo haber representado a les bleus después de haber estado en las categorías inferiores pero a los 19 años recibió una llamada de Marruecos. "Quizás tomé una decisión de forma algo apresurada pero sé lo importante que es para mis padres que juegue con Marruecos. Ahora ya sumo más de 50 partidos como internacional y estoy muy orgulloso. Me gusta mantener ese vínculo con mis orígenes", explicó Chamakh.

Se puede ver en su juego que es un futbolista al que le gusta ayudar a sus compañeros. Su tendencia de dar antes que disparar le convierte en un buen delantero. En sus primeras seis temporadas Chamakh no pudo nunca lograr una cifra de goles de más de dos cifras aunque todo esto cambió cuando Laurent Blanc llegó al banquillo del Burdeos en 2007.

"Todavía recuerdo nuestra primera charla. Blanc me dijo que contaba conmigo pero para jugar de forma regular tuve que mejorar mi juego y empezar a marcar más goles. Él me dijo que dependía de mí", comentó el delantero.

Chamakh afrontó el desafío, como demostró con una actuación inolvidable ante el AS Monaco FC en diciembre de 2008. El Burdeos perdía por 3-0 cuando Blanc introdujo al delantero en la segunda parte. Chamakh cambió el partido con dos soberbios cabezazos y asistió a Fernando Cavenaghi en el tercero. Blanc no volvió a dejarlo fuera en un gran partido.

Aspectos como éste hicieron que Chamakh confiara en su talento. Comenzó a no sentirse inferior a Emmanuel Adebayor y anotó 13 goles en la liga 2008/09, cuando el Burdeos levantó su primer título en una década. "Laurent Blanc me dijo que si me quedaba, haríamos algo bonito juntos en la Champions League. Y estaba en lo cierto", añadió.

"La anterior temporada habíamos estado como turistas. Jugamos ante el Chelsea y sólo mirábamos. Sabíamos que íbamos a defraudar y realmente queríamos demostrar nuestra calidad. La pasada temporada, no lo hicimos tan mal, ya que ganamos al Bayern dos veces y pudimos haber llegado más lejos de los cuartos de final".

Chamakh estuvo cerca de dejar el club en 2009, pero el Burdeos rechazó la oferta del Arsenal. El delantero ni se inmutó. Siguió jugando bien y marcó diez goles en la Ligue 1 y otros cinco en la UEFA Champions League, donde se sintió el único delantero del equipo: "Quería un poco más de trabajo, pero disfruté intentando desmantelar la defensa de la Juve. Sabía lo duro y complicado que era ese desafío".

El jugador todavía se siente culpable de marcharse libre de Burdeos. "Me lo dieron todo, no estoy orgulloso", comentó con intención de progresar en Londres. "Todavía puedo mejorar muchísimo. Wenger es un gran entrenador que consigue lo mejor de sus jugadores". Hasta el momento, Chamakh ya ha marcado tres goles en sus primeros seis partidos en Inglaterra.

También echa de menos a su familia y el cucús de su madre, pero la presencia de su hermano pequeño, quien se trasladó a Londres, le ha ayudado. "Sólo lo haré bien si me adapto completamente. Tengo que conocer a mis compañeros, aprender el idioma y descubrir una nueva cultura. Me aplicaré en cada aspecto de mi vida", insistió el delantero.

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