UEFA.com funciona mejor en otros navegadores
Para la mejor experiencia posible, recomendamos usar Chrome, Firefox o Microsoft Edge.

El gran minero: entrevista con Raymond Kopa

El mítico internacional francés le cuenta a William Gaillard como el fútbol fue una vía para salir de las minas de carbón del norte de su país.

El gran minero: entrevista con Raymond Kopa
El gran minero: entrevista con Raymond Kopa ©Getty Images

Raymond Kopa recibirá este sábado el Premio Presidente de la UEFA de la mano de Michel Platini en su antiguo club, el Stade de Reims. Aprovechando el evento en el que se reconocerá al ex delantero de la selección gala y el Real Madrid CF, UEFA.com reedita una entrevista a Kopa dirigida por William Gaillard y que fue publicada en la revista Champions en la edición de junio/julio 2005.

Las minas de carbón dan forma a los paisajes del este de Pas-de-Calais. En Noeux-les-Mines, lugar donde nació Raymond Kopa en octubre de 1931, el horizonte no se puede ver ya que hay montones de conos de mineral con las características grúas. Hoy en día, las minas están cerradas y las montañas de carbón se han cubierto con una fina capa de hierba, haciendo que parezca un paisaje artificial.

La familia de Kopa procede de Polonia, al igual que decenas de miles de familias que vivían de las minas en el norte de Francia. Su verdadero apellido, Kopaszewski, se redujo a Kopa en la escuela. Sus abuelos llegaron de Cracovia tras pasar por Alemania, donde nacieron sus padres, que emigrarían a Francia tras la Primera Guerra Mundial. En casa de los Kopaszewski se hablaba polaco. Hoy en día, Kopa no habla muy bien el polaco, y un reciente viaje a Polonia le sirvió para darse cuenta de cuan francés se siente.

El joven Kopa empezó a trabajar en las minas a la edad de 14 años, al igual que hiciera antes su abuelo, padre y hermano. Como 'galibot' (palabra del dialecto Chtimi que quiere decir minero de carbón), su primer trabajo consistía en empujar los vagones por las estrechas galerías. Con diez años obtuvo su primera licencia de fútbol en el Noeux-les-Mines FC. Por entonces, el norte de Francia y la comunidad polaca eran la principal fuente de suministro del fútbol de élite galo. Desde el principio, estaba convencido en hacer cualquier cosa para salir de la mina y el fútbol era una opción.

"Siempre jugaba en categorías superiores a mi edad. Cuando era sub-17, ya estaba jugando en tercera división con el Noeux-les-Mines. El ingeniero jefe del área tres en la que yo trabajaba también era el presidente del equipo, pero no hizo nada para ayudarme en mi carrera de futbolista", reconoce Kopa.

La familia de Kopa pagó un precio muy alto por trabajar en la mina: su padre murió con 56 años, víctima de la silicosis, su hermano con 64 y la misma enfermedad, y Raymond perdió un dedo en un accidente que pudo haber resultado fatal.

En 1949, Kopa decidió a regañadientes entrar en unas pruebas para jóvenes franceses. Él ganó en el norte del país, y pasó a jugar la final nacional. "Todo aquello no significaba nada para mí en aquel momento, todo parecía muy artificial. Tenías que sacar córners, lanzar faltas y pasar una especie de circuito". Kopa terminó segundo.

"Creía que ficharía por alguno de los grandes clubes de Francia: Lille OSC, RC Lens, Valenciennes o Roubaix (todos ellos equipos de la máxima categoría gala). Así que me llevé una gran decepción cuando el único equipo que me hizo una oferta fue un equipo de segunda división del oeste de Francia, el SCO Angers", señala Kopa. Pero no salió mal del todo la aventura en Angers. Allí conoció a Christiane, su futura mujer, que era la hermana de uno de sus compañeros de equipo, y aún sigue pasando allí los inviernos.

Tras dos años en la segunda división, el Stade de Reims, campeón de la Copa de Francia, fichó a Kopa por 1,8 millones de francos (1.300 £ de la época). Con 20 años, su salario mensual pasó de 14,50£ a 180£, y ya no tendría que ir más a la mina. Con una altura de 1,69 mts (la misma que Maradona), y con una considerable potencia en las piernas, sus regates enloquecían a los aficionados. Además, era muy complicado quitarle la pelota, como si la llevase pegada al pie.

El 5 de octubre de 1952, un año antes de fichar por el Reims, fue convocado por primera vez con Francia para jugar frente a la República Federal de Alemania y recibió los elogios de la prensa. Pero tras un partido entre un equipo de estrellas y un combinado del Reino Unido en Belfast, los periodistas británicos tildaron su habilidad para regatear de "diabólica". Su carrera internacional se prolongó durante diez años y disputó dos Copas Mundiales de la FIFA, jugó 45 partidos con su selección y marcó 18 goles. Tras un partido entre Francia y España en Madrid el 17 de marzo de 1955, y después de una actuación sensacional, su carrera se disparó hacia el estrellato y el diario deportivo español Marca le apodó el "pequeño Napoleón".

"El Reims era un gran equipo, jugábamos muy bien en ataque, lo llamaban el fútbol champagne, y eramos famosos en toda Francia. Cuando jugamos en París teníamos el doble de seguidores que los clubes de la ciudad. En 1953 derrotamos al AC Milan por 3-0 en la final de la Copa Latina (antecesora de la Copa de Europa). El Milan me hizo una oferta, pero yo quería jugar en el Real Madrid porque era el mejor club del mundo", comentó.

Dentro de un año, Kopa firmó uno de los contratos más lucrativos de la década de los 50 que le vinculaba al Real Madrid CF durante tres años. Se pagó un traspaso récord de 38.000 libras esterlinas, y con ellas el Reims fichó a tres estrellas: Just Fontaine, Jean Vincent y Roger Piantoni. La afición del Madrid acogió bien a su nuevo jugador y le llamaban cariñosamente "Kopita".

"Fueron tres años fantásticos, ganamos tres Copas de Europa, dos ligas españolas y sólo perdimos un partido en casa en todo ese tiempo. Por desgracia fue un partido que no podíamos perder, un derbi ante el Atlético Madrid, fue una pena. Hoy los medios llaman al Real Madrid 'Los galácticos'. Creo que Florentino Pérez ha hecho un gran trabajo, pero sinceramente creo que nosotros eramos mejor equipos. Teníamos genios como Di Stéfano, Puskás, Gento, etc. Nuestro equipo era más equilibrado, nuestra defensa era excelente con Marquitos, Santamaría y Santisteban.

"La atmósfera en los partidos era fantástica. 125.000 aficionados agitando sus pañuelos blancos. No teníamos patrocinadores, ni los retransmitían por televisión, jugábamos amistosos por todo el mundo para recaudar dinero. Eran tiempos muy distintos".

"No fue fácil adaptarse al Real Madrid al principio. Yo solía jugar en la derecha, y el equipo tendía a jugar más por la izquierda ya que ahí sobresalía Francisco Gento. Así que al principio estaba un poco desaprovechado, pero luego nuestro ataque comenzó a estar más compensado".

Muchos críticos de fútbol compararon a Kopa con otro gran regateador, el brasileño Garrincha. Como Garrincha, Kopa no era rápido, al contrario que Gento. Pero al igual que el brasileño era rápido y ágil en la distancia corta. Garrincha era más extremo puro, Kopa era un jugador mucho más versátil. Fue tal vez, aunque el rechaza el honor, el primer '10' de la historia como se entiende ahora.

"Adoro el regate. El regate era mi principal habilidad, donde podía marcar diferencias. La prensa y el público que me veía por primera vez pensaba que regateaba demasiado. ¿Pero qué podía hacer,? ese era mi arma, mi forma de jugar".

Su mentor, tanto en el Reims como en la selección francesa, fue Albert Batteux, quien no dejó dudas en Kopa, diciéndole: "Deja de leer los periódicos y de escuchar los rumores. Si no regateas, voy a echarte del equipo". Kopa añade: "Yo nunca regateaba por placer, sino en interés del equipo. He sido el mayor individualista colectivo del fútbol francés".

"Si tuviera que clasificar los mejores equipos de la historia del fútbol, no dudaría: en primer lugar, Brasil de 1970, en segundo lugar, nuestro equipo del Real Madrid, tercero, el Cruyff del Ajax, y cuarto, Brasil de 1958. Jugué contra Brasil en la Copa del Mundo de 1958 en Suecia. Francia era su gran rival y el partido estaba empatado 1-1 cuando nuestro capitán y defensa central, Robert Jonquet, se fracturó la pierna justo antes del descanso. Con diez jugadores contra once perdimos una oportunidad histórica", continuó.

"Fuimos un excelente equipo francés, que también lo había hecho muy bien en la Copa Mundial de 1954 en Suiza. En 1955, superamos a los campeones del mundo de la República Federal Alemana, a España y a Inglaterra en el espacio de unas pocas semanas. El equipo incluía a muchos grandes jugadores, la mayoría eran los hijos de inmigrantes llegados desde Polonia, Italia y África del Norte. El fútbol siempre ha sido un factor de integración de gran alcance en la sociedad francesa", aseguró Kopa.

Cuando se le preguntó acerca de los mejores jugadores, Kopa responde sin demora: "Tres jugadores destacan de inmediato, Pelé, Alfredo Di Stéfano y Ferenc Puskás. Pelé porque es Pelé, Alfredo porque es un gran amigo, en broma, y Puskas porque siempre. ha sido mi héroe. Para celebrar nuestro título de liga, el Reims fue a ver a Inglaterra ante Hungría en Wembley en 1953. Yo estaba deslumbrado por Puskás. Tenía un disparo increíble y a 35 metros de la portería ya significaba una amenaza inmediata. Tenía 31 años cuando llegó a Madrid y, aún con sobrepeso, fue máximo goleador en cuatro Ligas.

"Michel Platini también fue un jugador excepcional. Jugaba en una posición similar a la mía, unos pasos por detrás del delantero centro. También necesitas socios increíbles para dejar atrás a un defensa, no puedes hacerlo solo. Mi época coincidió con el gran equipo del Reims (1952-1962). Luego se produjo una brecha de talento antes de la generación de Platini (1976-1986) y luego tuvimos que esperar casi diez años a Zidane. Estas tres generaciones incluyen a decenas de excelentes jugadores sin los cuales nosotros tres no seríamos recordados de la manera en que lo somos en la actualidad. Thierry Henry también ha hecho grandes cosas a nivel de clubes, sobre todo en Inglaterra", explicó.

En cuanto a otras estrellas, dice: "Garrincha, Franz Beckenbauer y Johan Cruyff pertenecen al panteón de los grandes jugadores, al igual que Stanley Matthews. También voy a nombrar a alguien al que no muchos lectores reconocerán, Larbi Ben Barek. Era 15 años mayor que yo, y su carrera internacional se echó a perder por la Segunda Guerra Mundial, pero fue un gran delantero con quien tuve la suerte de jugar para Francia en una ocasión. Entre los jugadores más recientes, ya he mencionado a Zizou y a Henry, y quisiera añadir a Ronaldo y a Ronaldinho, dos talentos excepcionales".

La opinión de Kopa sobre el fútbol de hoy en día es tan equilibrada como sus ideas sobre el pasado. "Los equipos parecen jugar a no perder. Nosotros salíamos al campo con un objetivo: ganar. Todo tiene lugar en el centro del campo, 20 metros por delante de donde la acción se llevaba a cabo en mi tiempo, muchos encuentros se deciden por libres directos o saques de esquina, no es tan bonito como solía ser. Hay muchos grandes jugadores, pero su talento se ve frustrado por el sistema, mientras que antes eramos más libres", continuó.

"Quizás haya demasiado dinero en el fútbol. No quiero sonar anticuado, el deporte lo necesita al igual que necesita de la cobertura de la televisión, pero no siempre se gestiona adecuadamente", aseguró.

"A los profesionales de hoy en día les resulta más fácil cuando se retiran. Yo fui una excepción a finales de 1960. Decidí no aceptar un segundo contrato de tres años con el Real Madrid para volver a Francia y preparar la próxima fase de mi vida profesional. Decidí lanzar la marca de ropa deportiva Kopa, que fue suficientemente exitosa como para que pudiera contratar a algunos de mis amigos del fútbol menos afortunados como representantes y vendedores. Me instalé en Córcega, finalmente me retiré en 1991 y ahora dedico mucho tiempo a un muy bien cuidado jardín mediterráneo".