Messi se estrena ante Mourinho

Lionel Messi  añadió este sábado una nueva muesca en su larga lista de méritos. El último ganador del FIFA Ballon D’Or tenía una asignatura pendiente y este sábado se sacó la espina. Nunca había logrado el argentino marcar ante un equipo dirigido por José Mourinho, algo que consiguió en el minuto 53' del choque de este sábado, cuando batió a Íker Casillas desde el punto de penalti.

La estrella argentina del Barcelona, que ya acumula 49 goles en 47 encuentros de la presente temporada, no había podido ver puerta en sus duelos ante el entrenador luso, pero este sábado pudo estrenar su particular casillero de goles. Todo comenzó el 22 de febrero del 2006, cuando el Barcelona acudió a Stamford Bridge para enfrentarse al Chelsea CF de Mourinho. En aquel encuentro Messi fue un dolor de cabeza para la zaga local, especialmente para Asier del Horno, que acabó el encuentro expulsado. Los azulgranas vencieron por 1-2 y dos semanas más tarde confirmaron su pase a la siguiente ronda de la UEFA Champions League con un empate en Barcelona. En ninguno de los dos encuentros marcó Messi.

Ambos conjuntos volverían a verse las caras la temporada siguiente en la fase de grupos de la Liga de Campeones. El Barça cayó por 1-0 en Londres y empató a dos en el Camp Nou. Una vez más, el entramado defensivo de Mourinho alejó a Messi del área y amplió a su mala racha en este duelo particular. Nada cambió para ambos tras la marcha del técnico portugués al FC Internazionale Milano, que se enfrentó a Messi en tres ocasiones de la pasada edición de la UEFA Champions League. Tanto en un encuentro de la fase de grupos como en los dos partidos de las semifinales del torneo, Messi creó peligro pero ni  logró que el esférico besara la red, ni pudo evitar la eliminación del conjunto azulgrana.

Hace escasos meses tampoco marcó en el 5-0 que el Barça le endosó al Real Madrid CF, pero su contribución fue crucial en el encuentro. Dio dos asistencias a David Villa y fue un quebradero de cabeza para la zaga madridista, que volvió a sufrir su habilidad este sábado, cuando acabó con su particular maldición con Mourinho.