El Mirandés agranda su leyenda
miércoles, 25 de enero de 2012
Resumen del artículo
El equipo de Segunda División 'B' agota los calificativos después de eliminar al Espanyol para colarse en las semifinales de la Copa del Rey, una gesta que engrandece al fútbol y al deporte.
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Faltaban cuatro minutos para el final y el público de Anduva, ese pequeño Anfield, se frotaba los ojos. Su CD Mirandés, de Segunda División 'B', se estaba dejando la piel para eliminar a otro 'Primera', para alcanzar las semifinales de la Copa del Rey, para ampliar su leyenda. El partido agonizaba cuando Pablo Infante botó una falta lateral al corazón del área y César Caneda enganchó un cabezazo de manual que sobresaltó no sólo los corazones de toda Miranda de Ebro, sino también a gran parte de la España futbolística enamorada de este modesto con alma de gigante.
El testarazo de Caneda fue el comienzo de una noche de celebraciones en el norte de Burgos. El éxtasis fue total. El público saltó al terreno de juego sobrepasado por las sensaciones, con ganas de abrazar a sus héroes, los que recordaron una vez más que los sueños están para cumplirlos. Gestas como las suyas engrandecen al fútbol y al deporte. La Copa del Rey fue el escenario de un precioso capítulo de su dilatada historia. El ambiente de Anduva recordó a los campos de fútbol inglés, con sus gradas rectangulares que destilan pasión, con espectadores de pie detrás de las porterías. Máxima intensidad. Así es la Copa en estado puro.
Pasión, entrega, trabajo… Éstas son las características que han conquistado al aficionado español. Ya no se distingue entre colores o banderas. La ilusión del Mirandés llega al seguidor, que se identifica con el equipo y hace suyos sus logros. Y así lleva ronda tras ronda, porque su aventura comenzó hace ya unos meses, desde el pasado agosto. Superó a la SD Amorebieta, a la Real Balompédica Linense y al UD Logroñés en las primeras rondas. A partir de ahí, retos mayúsculos y equipos de la máxima categoría del fútbol español.
El primero en caer fue el Villarreal CF, un conjunto que acababa de disputar la fase de grupos de la UEFA Champions League. El empate a uno en Anduva no presagiaba nada bueno para el Mirandés, pero el equipo de Carlos Pouso se rehizo en El Madrigal y con un empaque asombroso mantuvo a raya a su rival y mató a la contra (0-2). La siguiente víctima fue otro Primera, el Real Racing Club que arrastraba una dinámica positiva con el cambio de entrenador. Los cántabros notaron el efecto Anduva y cayeron con claridad en la ida por 2-0. Fue entonces cuando el eléctrico Pablo Infante se ganó a pulso la condición de estrella del torneo. Destila tanta calidad en la banda izquierda que muchos se han preguntado cómo es posible que no juegue en otra división. Es el máximo goleador del torneo con siete goles, los mismos que marcaron Cristiano Ronaldo y Lionel Messi en la pasada edición.
El Racing lo intentó todo en la vuelta y se encontró con un tanto a favor, pero nada descompuso al Mirandés, cuyo orden y seguridad le ha llevado a liderar con claridad con Grupo II de la Segunda División 'B'. Infante marcó un penalti que él mismo había provocado mientras su afición, que siempre se desplaza en masa en los desplazamientos coperos, se pellizcaba para comprobar que no era un sueño. En cuartos tuvo al RCD Espanyol contra las cuerdas en Barcelona, pero cinco minutos fatídicos le devolvieron a la tierra. En Miranda llevó la iniciativa y buscó el tanto hasta el punto en que uno no sabía quién era el club humilde y quién el poderoso. Se clasificó con merecimiento.
Ahora nadie podrá quitarle el papel de equipo campeón, de gran protagonista en una edición mágica del torneo. Han escrito una página brillante en la historia de la competición del KO. Ya son los vencedores, pase lo que pase en semifinales. "Es lo que tiene la vida, que los pobres a veces somos más felices que los ricos", comentó su entrenador Carlos Pouso.