Un momento inolvidable para diez niños

Diez niños necesitados tuvieron la oportunidad de vivir una experiencia única cuando acudieron a la reciente final de la UEFA Europa League en Bucarest gracias a la UEFA, a la Federación Rumana de Fútbol (FRF) y a la fundación Terre des hommes (Tdh).

Los niños han sido incluidos en el proyecto MOVE apoyado por la UEFA y llevado a cabo por Tdh, su socio de responsabilidad social. Dos de ellos eran refugiados afganos, recientemente llegados a Rumanía después de un largo viaje a través de cinco fronteras internacionales.

Samana, de 15 años, se sintió la persona más afortunada del mundo en la final del 9 de mayo entre el Club Atlético de Madrid y el Athletic Club, su primer partido de fútbol. Su salida de Afganistán y su posterior odisea por Asia central sigue aún muy fresca en su memoria. Hace dos meses llegó a Rumanía después de un largo viaje con su familia a través de Asia Central, Rusia, Ucrania y Moldavia.

Samana disfrutó del "ambiente, la música, los bailes, y de toda la gente que había allí. En una palabra, de la 'fiesta'". Su hermano Navid, de nueve años, también se mostró entusiasmado con la ocasión. "Me encantó todo. No puedo decir nada más", comentó.

Samana y Navid estuvieron junto a otros invitados especiales entre los 52.347 espectadores: seis niños de familias desfavorecidas de la región de Dolj y dos niños de barrios marginales de Bucarest. Los diez pequeños han ganado sus entradas para el partido en un sorteo organizado por Tdh y la federación rumana.

Todos estos niños han sufrido dificultades a lo largo de sus vidas, tales como el abandono, abusos, explotación, problemas psicológicos o de salud física y dificultades de comportamiento.

40 niños fueron elegidos en primera instancia para asistir al evento el pasado mes de marzo según el siguiente criterio: participación regular en actividades del proyecto MOVE, actitud de juego limpio y amistosa, comportamientos no discriminatorios, espíritu de equipo y liderazgo.

Otro de los jóvenes seleccionados, Marian, llevaba un camiseta de 'España' y se declaró seguidora del Barcelona: "Se me ha permitido faltar a clase y ahora tengo la gran oportunidad de ver a grandes jugadores de fútbol".

En una ceremonia celebrada antes del partido, Joseph Aguettant, representante de Tdh en Rumanía, contó a los niños: "Tenéis que decirle a la gente que conocéis que no habéis tenido suerte, sino que estáis participando activamente en nuestro proyecto, que respetáis a vuestros compañeros, que no discrimináis a nadie y que no sois racistas. En Tdh no somos una fundación dedicada a la caridad: nos dedicamos a apoyaros a vosotros y a otros niños rumanos para que seáis los futuros líderes del país".

El proyecto MOVE empezó en 2008 y actúa en Rumanía, Moldavia y Albania. Se centra en el desarrollo psicológico de los niños y su inclusión social a través del deporte, basándose en el modelo MGS (Movimientos, Juegos y Deporte) que se está llevado a cabo con el apoyo de la UEFA y de los socios locales.

Reuniendo a niños de diferentes etnias y con el deporte como telón de fondo, el proyecto MOVE espera desarrollar sus habilidades sociales y personales. Además de los miembros de la fundación Tdh, entrenadores y animadores, el proyecto trata de involucrar a las autoridades locales y a las escuelas. Actualmente hay 28 comunidades de la región de Dolj y diez escuelas de Bucarest que participan con un total de 400 animadores.