Salvaguardando el deporte

¿Cuál es el objetivo del futbolista si no la búsqueda persistente de la victoria siempre y cuando respete las Reglas del Juego, al árbitro, al rival, a los compañeros de equipo y a los aficionados?

Este objetivo está siendo golpeado por un gran problema, el amaño de partidos. Cuando los futbolistas se calzan las botas, deben saltar al campo con una única meta: ganar. Cualquier atisbo de amaño se enfrenta a su objetivo principal, la búsqueda de la victoria.

Las trampas de cualquier tipo son inaceptables y representan un ataque a la integridad de la competición, que exige que todas las partes interesadas traten de conseguir la victoria. Por supuesto, nunca ha habido, y nunca habrá, la misma paridad entre los equipos ya que hay clubes grandes y clubes pequeños.

Ya sea por el tamaño de sus estadios, las circunstancias económicas u otros factores, algunos clubes siempre tendrán más recursos que otros. Los clubes pueden tratar de compensar sus desigualdades "naturales" con el desarrollo de otros puntos fuertes como la pasión, la solidaridad y el trabajo en equipo. Sin embargo, no deben hacerlo mediante la contracción de deudas ya que es otra forma de engaño, y una de las más peligrosas, ya que puede amenazar incluso la existencia del club.

Por esta razón introducimos el principio del juego limpio financiero en nuestras competiciones de clubes. Y lo hicimos con el objetivo de ayudar a los clubes, no de controlarlos y castigarlos. El fútbol genera ahora más dinero que antes y, sin embargo, nunca los clubes habían tenido tanta deuda.

Esta lamentable paradoja no puede continuar. No es simplemente una cuestión de ética, sino también de supervivencia por el fútbol profesional. El trabajo de la UEFA es defender los intereses del fútbol en su conjunto, por lo que nos estamos comprometiendo, como siempre, a hacer lo que sea necesario para hacer frente a cualquier cosa que amenace la buena salud de nuestro deporte.

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