El gran recuerdo de Blanchflower
lunes, 9 de diciembre de 2013
Resumen del artículo
En el 20º aniversario de su fallecimiento, UEFA.com homenajea al mítico jugador norirlandés, un hombre que marcó una época en el Tottenham.
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Elegante sobre el campo y elocuente fuera de él, Danny Blanchflower, que murió ahora hace 20 años, dejó una increíble huella en la historia del fútbol británico y de Irlanda del Norte.
Nacido en 1926 e hijo mayor de un trabajador de los astilleros de Belfast, la pasión de Blanchflower por el Tottenham Hotspur FC e Irlanda del Norte puede resumirse en una de sus mejores declaraciones: "En el fútbol se trata de alcanzar la gloria", apuntó el que fuera centrocampista. "Se trata de hacer las cosas con estilo y poner el broche de oro, se trata de salir al campo y ganar al otro, no esperar a que se muera de aburrimiento".
Blanchflower se enamoró del fútbol cuando era pequeño. Su madre Selina jugó en un equipo femenino de Belfast. Lo llevaba en la sangre. Fichado por el club local Glentoran FC en 1945, cuatro años después se marchó al Barnsley FC. El imaginativo centrocampista se unió al Aston Villa FC en 1951, donde disputó 155 partidos, antes de marcharse al Tottenham en 1954 por 30.000 libras, una gran cantidad de dinero para un jugador que entonces tenía 28 años.
Blanchflower disputó 382 encuentros con los spurs, donde su visión de juego y su sutileza hicieron que fuera nombrado mejor jugador inglés del año en dos temporadas, la 1957/58 y la 1960/61. Capitaneó al conjunto del norte de Londres a ganar su primer doblete de FA Cup y liga del siglo XX en la campaña 1960/61 y a retener la FA Cup al año siguiente. Su lugar en White Hart Lane se hizo más importante en 1963, cuando se convirtió en el primer capitán de un equipo inglés en levantar un trofeo europeo, cuando los spurs ganaron al Club Atlético de Madrid por 5-1 en la final de la Recopa de la UEFA en Rótterdam.
En Irlanda del Norte, el cautivador humor de Blanchflower y su gran intelecto hicieron que la prensa local le apodara como 'El Príncipe Blarney'. Cuando una vez le preguntaron sobre cuál sería el planteamiento de la selección nacional en su siguiente encuentro, se dice que Blanchflower contestó: "Es simple. Nuestra táctica es empatar antes de que el rival marque".
Blanchflower fue considerado por muchos un jugador adelantado a su época, y disputó 56 encuentros con su selección entre 1949 y 1962, el más famoso de ellos en los cuartos de final de la Copa Mundial de la FIFA de 1958 en Suecia, donde fue el capitán del combinado nacional.
Tras su retirada, Blanchflower, cuyo hermano Jackie jugaba en el Manchester United FC hasta que resultó gravemente herido en el desastre aéreo de Múnich en 1958, se embarcó en una exitosa carrera en el periodismo deportivo. Dirigió a la selección de Irlanda del Norte entre 1976 y 1978, y de forma breve al Chelsea FC, aunque dimitió alegando una desilusión con el fútbol moderno. Blanchflower fue una de las mentes más brillantes del mundo del fútbol, y se vio afectado por el Alzheimer en sus últimos años de vida.
Su legado, por otra parte, es inmenso. Durante sus diez años en el Tottenham, el carismático jugador del Ulster se convirtió en un sinónimo de la filosofía ofensiva del club. Durante un partido, Blanchflower se dirigió a su compañero y joven galés Cliff Jones y preguntó: ¿Sabes que el balón es redondo y rueda?”.
"Sí", contestó Jones.
"Entonces, ¿por qué no lo pasas?", le sugirió el capitán de los spurs.