El cuento de hadas de Bammou

Aunque Zlatan Ibrahimović empezó la Ligue 1 marcando un par de goles, el delantero del FC Nantes Yacine Bammou fue el gran protagonista del fútbol francés el fin de semana, un año después de estar vendiendo camisetas de Ibrahimović en la tienda oficial del Paris Saint-Germain.  

En el Stade de la Beaujoire, Bammou disfrutó de un comienzo perfecto en primera división, saltando desde el banquillo y marcando en el que era su segundo toque del balón para dar al Nantes el triunfo por 1-0 ante el RC Rens. Fue un momento inolvidable para el jugador de 22 años, que hace apenas un año estaba jugando en el club aficionado FC Evry y trabajando como dependiente en la tienda del Paris.

"Lo que ha pasado es extraordinario", apuntó un Bammou que se unió al equipo filial del Nantes el pasado verano pero que estuvo cedido en el conjunto de tercera división Vendée Luçon Football en invierno. "No esperaba marcar en mi primer partido. Tengo que seguir mejorando y ser más consistente. Aún soy joven, tengo mucho que aprender y mi objetivo es conseguir un puesto en el equipo".

Bammou logró su oportunidad el sábado tras la venta de Filip Djordjević y la ausencia de Etey Shechter, aunque sin olvidar sus grandes actuaciones durante la pretemporada, marcando en tres partidos. "Yacine está descubriendo el nivel profesional. Es fuerte, está cómodo de espaldas a la portería y tiene mucha resistencia pero necesita seguir trabajando para afrontar nuevos desafíos", añadió el técnico del Nantes Michel Der Zakarian.

Dado su crecimiento en una época en la que pocos jugadores saltan a escena más allá de los 20 años, Bammou seguramente estará extra motivado para llevar a cabo bien el trabajo que se le requiere, especialmente en la visita de su equipo al Parc des Princes el 6 de diciembre. Para el delantero franco-gabonés ese partido traerá recuerdos de su etapa como trabajador del club parisino y de sus fugaces charlas con gente como el ex director deportivo Leonardo.

"Leonardo solía saludarme por las mañanas cuando llegaba al Parc. Un día le ofrecí mis servicios y se rio: ‘¿De verdad juegas al fútbol?’. Solía cruzarme con Ibrahimović y Beckham y compañía en los pasillos del Parc des Princes el pasado año. No se lo creerían si me vieran en el campo".