El orgulloso triplete de Skomina en Madrid
viernes, 31 de mayo de 2019
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Damir Skomina logrará un hito histórico cuando dirija la final de la UEFA Champions League del sábado entre el Tottenham y el Liverpool.
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Damir Skomina no se fijó ningún objetivo cuando comenzó su carrera en el arbitraje como adolescente, pero ahora está a punto de dirigir su particular y prestigioso 'triplete' de competición europea.
Cuando el esloveno de 42 años dirija la final de la UEFA Champions League de este sábado entre Tottenham y Liverpool, Skomina completará una serie de grandes nombramientos para finales europeas.
Árbitro internacional desde 2002, Skomina se encargó de la final de la UEFA Europa League entre Ajax y Manchester United en 2017, así como la Supercopa de la UEFA entre Chelsea y Atlético en 2012. También ejerció de cuarto árbitro en la final de la UEFA Champions League de 2013 entre Borussia Dortmund y Bayern.
"Yo no me fijé estos objetivos", comentó Skomina, padre de dos hijos de Koper, en la costa adriática eslovena, cerca de la frontera con Italia y Croacia. "Pero siento que he trabajado muy duro estos años para llegar hasta aquí. Estoy orgulloso de haber sido elegido para este partido".
Skomina comenzó en el arbitraje en 1992 a la edad de 15 años. "Jugué al fútbol, pero los médicos me dijeron que parase porque tenía problemas de salud. Unos años después tuve otro examen médico y me dijeron que todo estaba bien, así que pude continuar arbitrando".
Su trayectoria le lleva ahora al esperado encuentro entre ingleses en el Estadio Metropolitano de Madrid, donde contará con la ayuda de sus compatriotas Jure Praprotnik y Robert Vukan. El cuarto árbitro es el español Antonio Mateu Lahoz.
Skomina dice que nunca tuvo ídolos, "hay que ser uno mismo" insiste, pero cita al árbitro de la UEFA y compatriota Vlado Šajn y al distinguido exárbitro italiano Pierluigi Collina como personas que le han dado una orientación especial a lo largo del camino.
La concentración y la confianza en sí mismo son características que han ayudado a Skomina a disfrutar de una carrera tan exitosa. Ese pensamiento se agudizará en el período previo al partido. "Para cuando nos pongamos en fila con los equipos, estaré totalmente concentrado en el partido", dice. "De hecho, no será hasta que vea el partido al día siguiente cuando finalmente me daré cuenta de todas las actividades previas al partido".
La experiencia acumulada a lo largo de los años será sin duda de gran ayuda para Skomina. "No me presionaré demasiado antes del partido. Es importante para nosotros, como equipo de árbitros, no estresarnos. Tendremos algo de música de fondo en el vestuario, y todos haremos los preparativos normales".
Skomina asegura que los cambios en el fútbol de alto nivel han sido esenciales para que los árbitros actuales de hoy vivan, se preparen y entrenen como atletas. "Los jugadores son cada vez más rápidos y la velocidad del juego es más rápida", reflejó.
"Y cada temporada los árbitros envejecen un año, así que debes estar preparado para adaptarte y trabajar duro. Agradezco a Werner Helsen [experto de la UEFA en forma física] su ayuda y orientación para prepararme de cara a encuentros de este tipo".
El hecho de vivir en la costa adriática ofrece a Skomina y a su familia, incluidos a sus dos hijos de 13 y 10 años (que serán espectadores muy atentos de la final), un amplio margen para el descanso y el odio. "Me gusta el mar y nuestro entorno me ayuda a relajarme".
Tampoco el hecho de que el árbitro haya logrado su 'triplete' en las finales de clubes europeas significa que Skomina se vaya a dormir en los laureles estando ya satisfecho con sus logros. "El próximo partido es esta final del 1 de junio y poco después llegarán los Clasificatorios Europeos. Y ese partido se convertirá en mi próxima final. Todavía me quedan algunos años por delante como árbitro, aún me quedan objetivos y mucho trabajo por hacer. No hay manera que después del partido en Madrid pueda pensar: "Ya lo he hecho todo".