Un nuevo Heynckes llega al Bayern

Cordial y paternal en lugar de helado y distante, Jupp Heynckes es casi irreconocible en comparación con el entrenador que llevó al FC Bayern München a conseguir dos títulos en forma consecutiva en 1989 y 1990.

El técnico del Bayer 04 Leverkusen de 65 años volverá al Bayern este verano después de haber aceptado sustituir a Louis van Gaal, pero mientras que el campeón alemán sabe exactamente lo que va a obtener en un aspecto, el hombre que anotó 220 goles en 369 partidos de Bundesliga para el VfL Borussia Mönchengladbach y el Hannover 96 se ha suavizado con la edad.

Un famoso anuncio en la televisión alemana en 1989 resumía a la perfección al antiguo Heynckes. Sentado en silencio entre el técnico del 1. FC Köln, Christoph Daum, y el gerente general del Bayern, Uli Hoeness, el entrenador se muestra tan tenso que apenas puede hablar. La forma en que sus mejillas enrojecían bajo presión llevó a los aficionados a apodarlo 'Osram' en honor de una popular marca de bombillas.

Ewald Lienen, que jugó bajo las órdenes de Heynckes en su primer etapa como entrenador en Mönchengladbach, recuerda bien su viejo estilo. "Hubo momentos en que quería mandarlo a la luna. Se puso bajo mucha presión y cuando estaba decepcionado con nosotros podía ser cruel y doloroso", afirmó. Los jugadores jóvenes, dicen, estaban aterrorizados con él.

Un paso con poco éxito por el Eintracht Frankfurt en la temporada 1994/95 hizo que el técnico se distanciase de algunos de sus mejores jugadores ("la moral y la responsabilidad han quedado en el camino", espetó), lo que aumentó su reputación de implacable. Sin embargo, después de ganar la UEFA Champions League en 1998 con el Real Madrid CF, existían indicios de que Heynckes se iba tranquilizando.

En 2003 dijo: "En estos días demuestro un mayor interés en el aspecto humano, eso es lo que aprendí en España". El ex portero alemán Bodo Illgner, que jugó bajo el mando de Heynckes en el Madrid, agregó: "Jupp es el mismo tipo de entrenador que Vicente del Bosque, silencioso, serio, pero no dirige con mano de hierro como Fabio Capello o José Mourinho".

El técnico germano podría haber estado más tranquilo, pero parecía en fuera de juego a mediados de los años 2000. Tras sus etapas sin éxito en el FC Schalke 04 (2003-04) y en el Mönchengladbach (2006-07) fue una especie de shock cuando reemplazó a Jürgen Klinsmann en el Bayern al final de la temporada 2008/09. Incluso Hoeness afirmó que el despido del entrenador en 1991 había sido su "mayor error".

Sin embargo, después de haber asegurado el regreso del Bayern a la Liga de Campeones durante aquella temporada, cosechó más elogios en sus dos temporadas como entrenador del Leverkusen. El antiguo director  general en el BayArena, Reiner Calmund, dijo que Heynckes había hecho "grandes progresos" y que se había convertido en una persona "mucho más relajada y con mayor autoridad". Pocos en Alemania podrían no estar de acuerdo.

El propio Heynckes dijo que su cambio de estilo coincidió con un periodo de grave enfermedad por parte de su esposa hace unos años. "Fui testigo de una enfermedad de dos años que incluyó varias operaciones. Durante ese tiempo reflexioné sobre todo y quedó claro para mí que muchas cosas en la vida no son tan importantes", recordó.

"No soy más brillante que Felix Magath. Lo más importante es ser auténtico. Mi currículum podría intimidar a los jugadores jóvenes, pero es importante que desde el principio me acerque a ellos y les demuestre que pueden hablar conmigo. Es necesario darse cuenta cuando alguien necesita un oído comprensivo", agregó.

Palabras como éstas saliendo de la boca de Heynckes habrían parecido inverosímiles hace 20 años, pero al presidente del Bayern, Karl-Heinz Rummenigge, le gusta el nuevo estilo de su entrenador. "Si se sitúa delante de ti y habla, entonces ya sabes que el fuego sigue ardiendo en su interior. Parece mucho más joven que lo que indica su edad", finalizó