Honestidad y humildad, claves para el árbitro de la Supercopa Taylor
miércoles, 23 de septiembre de 2020
Resumen del artículo
El árbitro de la Supercopa de la UEFA, Anthony Taylor, habló sobre su trayectoria hasta lo más alto antes de arbitrar el jueves el partido de Budapest.
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Los árbitros se convierten en árbitros por diferentes razones: en el caso del árbitro de la Supercopa de la UEFA, Anthony Taylor, fueron unas pocas y sucintas palabras por parte de un familiar cercano las que lo encaminaron a una carrera sobresaliente entre la élite del arbitraje.
Este hombre de 41 años, casado y padre de dos hijos y procedente del condado de Cheshire, al noroeste de Inglaterra, está disfrutando de su última designación: el partido de la Supercopa de la UEFA del jueves entre el Bayern de Múnich y el Sevilla en Budapest.
"Solía ver a mi equipo local cuando era joven, y volvía a casa de los partidos siempre quejándome del árbitro", dice. "Mi madre básicamente me dijo que le diera una oportunidad al árbitro... ¡o que me callara! Fui a un curso local, y todo comenzó a partir de ahí...".
Con el encuentro de la Supercopa, Taylor, funcionario de prisiones de profesión, continúa con un distinguido conjunto de importantes nombramientos a nivel UEFA, habiendo dirigido anteriormente como árbitro asistente adicional la Supercopa de 2014, la final de la UEFA Europa League de 2015 y las finales de la UEFA EURO y la UEFA Champions League en 2016.
“Sorpresa y felicidad”
"Sentí una mezcla de sorpresa y alegría cuando (el presidente del Comité de Árbitros de la UEFA) Roberto Rosetti me llamó para decirme que había sido designado para el partido de la Supercopa", reflexiona. Pero sobre todo, Taylor considera la convocatoria como un reconocimiento a todo el equipo arbitral que saldrá al campo en el Puskás Aréna el jueves.
Estará acompañado por sus compañeros ingleses, los árbitros asistentes Gary Beswick y Adam Nunn, y los árbitros asistentes de video Stuart Atwell y Paul Tierney, con el israelí Orel Grinfeeld completando el equipo como cuarto árbitro. "Es una recompensa por la preparación, la dedicación y el trabajo duro que todos hemos hecho durante mucho tiempo", dice. "Este nombramiento no se trata sólo de mí, no podría hacer mi trabajo correctamente sin el equipo".
El ascenso de Taylor por las distintas categorías del arbitraje, que comenzó en el fútbol adulto en su adolescencia, le permitió ascender a la lista de la English Football League en 2006, seguido de su primer partido en la Premier League inglesa en 2010. La insignia internacional de la FIFA llegó en 2013. Se ha hecho cargo de dos finales de la FA Cup, siendo el primer árbitro que lo hace en este siglo. "Tomas cada movimiento hacia arriba como un desafío, porque cada vez es un paso importante", explica. "Hay mucha gente a la que tengo que darle las gracias por ayudarme en el camino".
Uno de ellos es otro árbitro de renombre procedente de Cheshire, Joe Worrall, que disfrutó de una espléndida carrera nacional e internacional, incluyendo el partido de ida de la final de la Copa de la UEFA de 1992 entre el Torino y el Ajax. "Joe se pone en contacto conmigo regularmente después de los partidos", dice Taylor. "Como exárbitro de la Premier League y a nivel internacional comprende muy bien lo que significa ser un árbitro de élite, y es una lección de humildad que se tome el tiempo para darme consejos y ánimos".
“Sé verdaderamente tu mismo”
Además de las habilidades en la gestión de personas, la fuerza mental y la gran forma física que los árbitros de alto nivel necesitan para prosperar en el juego moderno, Taylor enfatiza que la honestidad y la humildad son elementos clave en su trayectoria como árbitro. "Creo que hay que ser fiel a uno mismo y aceptar los altibajos", dice. "Es importante tener siempre en cuenta que eres tan bueno como tu último partido, y la verdadera clave de todo esto es esforzarse constantemente por mejorar".
El jueves en Budapest será "un partido como cualquier otro" en lo que respecta a la preparación del equipo arbitral. "¡Tendremos música en el vestuario, con todo el mundo contribuyendo a la lista de reproducción!" dice Taylor. "Es importante crear una atmósfera relajada para que el equipo esté en el estado de ánimo adecuado para tener la mejor actuación posible. Luego, la concentración total se pone en marcha cuando salimos al campo".
Lejos de la acción, Taylor disfruta de tiempo de calidad con su familia. "Ha sido especialmente importante en los últimos tiempos, cuando el fútbol tuvo que pasar a un segundo plano debido a la pandemia de la COVID", dice. "Mis dos hijas adolescentes han tenido exámenes importantes, así que fue bueno que estuviera libre para poder ayudarlas a prepararse y estudiar, además de descansar y relajarme para el momento en que se reanudara el fútbol".
Dirigir partidos sin espectadores en estos tiempos de la COVID ha traído sus propios desafíos para los árbitros. "Ha sido difícil para todos: árbitros, jugadores y entrenadores", explica Taylor. "Es difícil para los árbitros porque se puede oír todo cuando el estadio está vacío. Se puede oír cada contacto, cada ruido (cuando los jugadores se desafían unos a otros o hacen entradas), pero esto no significa necesariamente que estén cometiendo una falta. Hemos tenido que acostumbrarnos a esto. Significa que estás cambiando la dinámica en la forma de tomar decisiones".
“Lo mejor después de estar jugando”
Estar centrado, concentración y una buena dosis de adrenalina y anticipación saldrán a la luz cuando Anthony Taylor y su equipo de trabajo salgan de su vestuario el jueves. Después de todo, son parte de los millones de personas que aman el juego y disfrutan especialmente de su importante papel.
"El arbitraje es lo mejor después de estar jugando. Animo a todos a que lo intenten, a que entiendan en particular lo que significa y lo que se necesita para ser árbitro. Sería maravilloso poder guardar esa sensación cuando estás esperando en el túnel con los jugadores antes de un gran partido, es algo que me gustaría que todos experimentaran..."