Fábrica de talentos

Por Jorge Sagarminaga

La cantera de Lezama, es sin duda, una de las mejores del mundo, en la que muchos equipos ponen sus ojos para tomar buena nota del gran trabajo que se realiza en ella. El sueño de cualquier chaval vizcaíno es llegar al Athletic Club Bilbao y por ello cuando se ponen la elástica rojiblanca, la motivación, el amor a sus colores y la ilusión de cumplir su sueño, hacen de cada uno de ellos, un gran jugador. Txema Noriega, el coordinador de Lezama, habló para uefa.com, sobre el funcionamiento de esta fábrica de jugadores.

uefa.com: ¿Cómo llega un niño a Lezama?

Txema Noriega: El primer equipo que trabaja en Lezama es el Alevín, que son niños de 10 años. Tenemos una serie de ojeadores que observan a los chavales de los clubes con los que nosotros trabajamos y también en las escuelas. Se dividen por zonas, ‘mini-Lezamas’, en las que se reúnen a los jugadores más destacados y que vienen a entrenar con nosotros un día a la semana. A partir de diciembre y enero, empiezan a competir y es ahí cuando comienzan los filtros. De más de 100 chicos, seleccionamos unos 50, que observamos en Lezama, para quedarnos finalmente con un grupo de unos 18 ó 20 jugadores, que son los que ingresan en el Alevín ‘B’ a la temporada siguiente.

uefa.com: ¿Cómo es el día de una futura promesa en Lezama?

Noriega: El día a día de estos chicos es muy exigente. Se levantan a las 7.30 de la mañana para ir a la escuela, por las tardes combinan los entrenamientos con horas de estudio y acaban su jornada a las 22.00. Los chavales ingresan en la residencia con edades comprendidas entre los 15 y los 16 años. El club les paga los estudios, la residencia, ponen profesores y aulas a su disposición y hace un seguimiento exhaustivo sobre ellos, porque a parte de crear grandes jugadores, ante todo, queremos hacer personas.

uefa.com: ¿Tienen las jóvenes jugadores una motivación extra, al ver que el paso al primer equipo es accesible, puesto que la base del Athletic es la cantera?

Noriega: Eso es indudable y es lo que nos diferencia de otros equipos. El chaval de Lezama está plenamente convencido de que si sigue mejorando acabará jugando con el Athletic en Primera División, porque es una necesidad que tenemos y además ellos lo ven todas las temporadas. Está claro que todos tienen una motivación especial.

uefa.com: ¿El traspaso de Asier del Horno, supone un premio al buen trabajo que se hace en Lezama?

Noriega: La venta de Del Horno, más que un reconocimiento económico, supone la satisfacción de ver que un jugador criado en Lezama, está en el primer nivel reconocido internacionalmente. Nosotros no trabajamos con el objetivo de vender futbolistas, lo que buscamos es que lleguen al primer equipo y que se conviertan en grande jugadores para el Athletic durante muchos años.

uefa.com: El equipo comienza el sábado a disputar la Copa Intertoto de la UEFA. La mayoría de los jugadores son del filial, ¿qué supone este nuevo reto para ellos?

Noriega: Todos tienen una oportunidad única. El jugar en Europa con el Athletic, estar a las órdenes de José Luis Mendilibar, entrenar con algún miembro del primer equipo, supone un gran estímulo. No puede haber un equipo con más motivación que el nuestro en la Intertoto, aunque nos hemos planteado esta competición de forma que no nos hipoteque el resto de la temporada. Aún así, tenemos el objetivo de jugar la Copa de la UEFA y si vamos avanzando rondas, sacaremos a los jugadores que están en mejor forma, ya sean del filial, o alguno del primer equipo que ahora está de vacaciones.

uefa.com: ¿Dónde radica el éxito del Athletic, que con la filosofía que tiene siempre se mantiene entre los mejores?

Noriega: El éxito de este club, es ver la filosofía que tenemos como una ventaja y no como un handicap. Es una cuestión de fé, una tradición en la que creemos y vamos a muerte con nuestra idea. No tiene explicación, pero llevamos más de 100 años siempre en Primera División, aunque hemos tenido épocas mejores y peores. Otra de las claves es la ilusión y la motivación que sienten los jugadores del Athletic.