El reto de Soares Dias
viernes, 28 de junio de 2013
Resumen del artículo
El árbitro de la final de la Copa de las Regiones está entusiasmado por la oportunidad de dirigir la final del sábado y habló con UEFA.com sobre ello: "Cuando siento esa presión es que estoy bien".
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Cuerpo del artículo
Pasar de la élite en Portugal con gradas llenas a un ambiente más relajado como la Copa de las Regiones podría suponer un bajón, pero para Artur Soares Dias es un reto enorme dirigir una final europea, sin importar su magnitud.
"Es un honor. Estoy muy orgulloso. Es una gran oportunidad para tratar de aprender y preparar la próxima oportunidad. Y necesitamos estar bien preparados para arbitrar en esta competición porque es algo diferente, sin tanto ruido en las gradas y con otro estilo de futbolistas. ¡Esperar lo inexplicable!".
Tratar con los jugadores en el terreno de juego tiene paralelismos para Soares Dias con su trabajo como gerente de recursos humanos en una empresa multinacional. "Como gerente de recursos humanos tienes que gestionar a todas las personas de una empresa. A veces tenemos conflictos como los de los jugadores. Para mejorar utilizamos la comunicación, y en el campo también el lenguaje corporal, para los jugadores y para todo el mundo. La gente tiene que tener muy claro lo que los árbitros estamos haciendo".
La Copa de las Regiones es otro paso en la carrera de Soares Dias, que ya ha entrenado en Europa esta temporada, y formó parte del equipo arbitral del prestigioso torneo de Toulon. Todo este viaje amplía claramente la mente. "Si haces lo que te gusta es un privilegio, y yo soy un privilegiado porque hago lo que me gusta en el deporte. Estar aquí con los árbitros de otros países da una perspectiva diferente. Aprendemos mucho de cada uno de ellos, y lo mismo en Portugal cuando trabajé con Pedro Proença y Olegário Benquerença".
La presión es un hecho en el arbitraje a todos los niveles, pero mientras eso podría ser una característica menos atractiva del trabajo para algunos, para Soares Dias implica uno de los mayores alicientes. "Mi padre siempre me decía: 'No seas árbitro, es muy complicado'. Pero cuando yo iba a verlo en los partidos y me fijaba en la grada gritando y estando en desacuerdo con las decisiones de los árbitros con tanta presión, yo realmente quería eso. Es extraño, pero cuando siento esa presión es que estoy bien. Necesito un desafío. Quiero ese reto y es el arbitraje".