Sufrida victoria de un Madrid espeso
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Resumen del artículo
GNK Dinamo Zagreb - Real Madrid CF 0-1
Un solitario tanto de Di María dio los tres puntos a un Madrid con pocas ideas en ataque.
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El Real Madrid CF inició con buen pie la UEFA Champions League 2011/12 al imponerse con más sufrimiento del esperado al GNK Dinamo Zagreb por 0-1 en el Stadion Maksimir de la capital croata.
La única novedad en las horas previas al partido fue la baja de Kaká, que tuvo que quedarse en Madrid por una contusión sufrida en el partido de Liga ante el Getafe CF. José Mourinho optó por alinear a su once habitual en los últimos choques (Sami Khedira se quedó en el banquillo) y la gran sorpresa de la noche llegó con la vestimenta del conjunto español, que vistió completamente de rojo 38 años después de usar por última vez ese color en su equipación.
Cristiano Ronaldo comenzó enchufado y a los tres minutos tuvo la primera ocasión clara del choque tras un magistral pase de Xabi Alonso que lo dejo solo en el área. El zurdazo del luso se fue desviado, pero puso a los hombres de Krunoslav Jurčić sobre aviso de las intenciones visitantes. Fábio Coentrão volvió a probar suerte en el minuto 10 justo antes de que Karim Benzema enviara un balón al larguero con un potente disparo en lo que significó el comienzo del asedio del Madrid.
Sin la intervención de Mesut Özil el juego del Madrid era muy directo, algo que tampoco molestó mucho al conjunto de Mourinho ante la poca presión del Dínamo. Sólo Sammir estuvo a la altura del partido en los primeros minutos por parte local, pero las jugadas individuales del brasileño se estrellaban una y otra vez contra Pepe y compañía.
Hasta la media hora el Madrid no volvió a inquietar a Ivan Kelava, pero la ocasión fue de nuevo muy clara. Una brillante jugada de Benzema por banda derecha acabó en una asistencia que ni Ángel Di María primero, ni Özil en el rechace, supieron transformar en gol ante la gran colocación del portero local. La intermitencia en el juego del Real Madrid no le impedía disfrutar de grandes oportunidades en el área rival, pero su falta de puntería a punto estuvo de costarle un disgusto cuando Ante Rukavina se quedó solo ante Iker Casillas en el mintuo 33. El guardameta de Móstoles reaccionó con eficacia y el Madrid superó el susto volviendo a la carga por medio de Marcelo, que al borde del descanso falló la enésima ocasión del conjunto de Chamartín.
La segunda parte comenzó con lo único que le había faltado al Madrid en la primera mitad: eficacia. En la primera jugada bien trenzada en ataque el balón fue desde la banda izquierda hasta el interior del área con toques rápidos y Marcelo fue el encargado de encontrar solo a Di María para que el argentino batiera a Kelava. El tanto fue un duro golpe para el Dínamo, que en su intento por adelantar las líneas no hizo más que dar más facilidades al Madrid.
Coentrão fue de los más activos en la faceta ofensiva tras el gol, mientras que en el otro campo Pepe tuvo que multiplicar los esfuerzos para atajar las contras croatas con su punta de velocidad. Y es que los espacios cada vez eran más amplios para ambos equipos y eso convirtió el partido en algo impredecible. La afición local se metió en el partido y el Dínamo empezó a perderle el miedo a un Madrid espeso al que se le complicó aún más la vida con la expulsión de Marcelo por doble amonestación.
Con el aire que aportaron las entradas de Gonzalo Higuaín y Lass Diarra, el Madrid aguantó algo mejor la inferioridad e incluso dispuso de alguna contra para doblar la ventaja en los pies de Ronaldo, pero finalmente el equipo de Mourinho se conformó con el 0-1 que le daba los tres puntos en su estreno en el Grupo D. Una victoria mucho más sufrida de lo que podía esperar el campeón de la última Copa del Rey y subcampeón de la Liga.