Tocado pero no hundido

El Málaga CF se marchó tocado pero no hundido del Estádio do Dragão tras sufrir en sus carnes a un FC Porto que fue muy superior y al que el 1-0 sin duda le supo a poco. João Moutinho fue el autor del gol luso y dio una lección de fútbol desde el centro del campo.

La vida deportiva de un futbolista profesional dura, si le respetan las lesiones, en torno a los 15 años. En ese tiempo, juegue en la categoría que juegue, hay un puñado de partidos que recordará durante toda la vida. Este martes los jugadores del Málaga CF afrontaban uno de esos partidos, un choque que toda la prensa española bautizó como el más importante de la historia del club andaluz. Enfrente estuvo el FC Porto, un gigante de Portugal y un histórico de Europa por méritos propios. El legado de estrellas como Paulo Futre y Rabah Madjer ha tenido continuidad en las dos últimas décadas, donde el conjunto luso ha sido campeón de las dos grandes competiciones continentales.

Para desafiar a los dragones en su guarida Manuel Pellegrini sacó una alineación valiente y con alguna sorpresa. No fue titular Ignacio Camacho, que venía jugando a gran nivel y si lo fue Júlio Baptista, que ha entrado fuerte en el equipo tras su larguísima lesión. En el equipo de Vítor Pereira el colombiano James Rodríguez se quedó finalmente en el banquillo de inicio al no estar al 100%, pero los suyos no acusaron su ausencia en los primeros compases.

Salió valiente el conjunto local, muy directo en todas sus acciones ofensivas y acabando todas en disparos sobre el marco de Willy Caballero. Especialmente motivado se vio a Jackson Martínez, referencia goleadora de los lusos y jugador de una potencia difícilmente controlable. Jérémy Toulalan intentó poner algo de pausa en la medular, pero el balón no le duraba a un Málaga que se limitaba a defender jugada tras jugada.

Pese a ello los hombres de Pellegrini encajaban los golpes, aguantaban las embestidas y esperaban pacientemente su oportunidad de hacer daño. Especialmente atentos estaban los hombres de atrás, que sufrieron durante la primera media hora una exhibición de movimientos y desmarques del colombiano Martínez. La mejor noticia para el equipo de la Costa del Sol en la primera mitad fue la llegada del descanso.

El libreto de la segunda parte varió un poco. A pesar de que el Oporto mantenía su agresividad y de que João Moutinho seguía controlando el tempo del choque, el Málaga se soltó más y empezó a aproximarse al marco de Helton. Sin embargo Marat Izmailov disfrutó de una gran ocasión para hacer el 1-0 en el minuto 53 tras un buen centro desde la izquierda, anticipo del que finalmente sería el primer gol del Oporto.

En el minuto 56 una incursión de Alex Sandro por la izquierda desembocó en un gran pase en profundidad del brasileño que Moutinho aprovechó a la perfección con un gran desmarque y una definición clínica. Por si fuera poco Pereira introdujo en el campo a James Rodríguez nada más marcar su equipo para intentar matar la eliminatoria.

La estrella colombiana prolongó el sufrimiento visitante. Nada más saltar al campo probó suerte desde fuera del área y empezó a dejar detalles de su clase en el centro del campo. Esto hizo reaccionar a Pellegrini, que quitó a un gris Joaquín para dar entrada a Francisco Portillo.

Los últimos 20 minutos fueron una prolongación del monólogo local. Ignacio Camacho y Lucas Piazón entraron para dar aire al Málaga en el minuto 78 con el objetivo de sorprender al Oporto en algún error en la salida de balón y para ayudar en la contención. Martín Demichelis, el mejor del Málaga en defensa, cortó varios balones en largo par Jackson Martínez en el tramo final del choque, pero todas las recuperaciones acababan de nuevo en los pies de los jugadores lusos en segundos. Finalmente la agonía terminó con el 1-0 para el Oporto, un resultado no excesivamente negativo para el Málaga visto el dominio total del Oporto en este partido de ida de octavos de final.