Regreso a 1960: Francia organiza la primera Eurocopa
jueves, 10 de julio de 2014
Resumen del artículo
"El momento estrella de mi vida" fue como Victor Ponedelnik describió su tanto de la victoria para la Unión Soviética en la final de la inaugural Copa de Europa de Naciones hace 54 años.
Article top media content
Cuerpo del artículo
La primera final de la Copa de Europa de Naciones, entre Yugoslavia y la Unión Soviética, comenzó a las 22:00 de un domingo, y para cuando Victor Ponedelnik (cuyo apellido significa lunes) marcó en la prórroga ya era medianoche en la URSS.
Fue el golpe de gracia que acababa con una aventura larga y en ocasiones convulsa. Como en el caso de la Copa Mundial de la FIFA, la Copa de Europa o los modernos Juegos Olímpicos, el primer gran torneo europeo de selecciones fue idea de un francés: Henri Delaunay, secretario de la Federación Francesa de Fútbol (FFF). Aunque el trofeo recibió su nombre en su honor, Delaunay falleció cinco años antes de que su gran visión (esbozada por primera vez en 1927) fuera realizada. Y no fue fácil conseguirlo.
De hecho no fue hasta la creación de la UEFA en 1954 cuando la idea de Delaunay empezó a tomar cuerpo. La luz verde llegó en el Congreso de la UEFA de tres años después, pero preocupaba seriamente que la clasificación no fuera a contar con las 16 selecciones requeridas. Sin embargo, y pese a la ausencia de Italia, Inglaterra y Alemania Federal entre otros, (España dejo el torneo en cuartos de final), la Copa de Europa de Naciones finalmente nació. Francia, elegida anfitriona, Yugoslavia, Checoslovaquia y la URSS llegaron a la fase final de cuatro equipos.
Pese a las turbulencias políticas y las numerosas ausencias, Delaunay y aquellos que le siguieron no podían haber soñado un torneo mejor sobre el césped: hubo 17 goles en solo cuatro partidos, una media de 4,25 tantos por encuentro. El primero de ellos lo marcó el yugoslavo Milan Galić, que anotó el primer gol en una maravillosa semifinal contra Francia que acabó 5-4 a favor del equipo de Ljubomir Lovrić. Yugoslavia fue perdiendo 4-2, pero el portero francés Georges Lamia concedió tres goles en cinco minutos en la segunda parte y los locales acabaron sucumbiendo.
En los cuartos de final, la URSS no tuvo que disputar su eliminatoria ante España por una decisión del gobierno español de aquella época, y accedió directamente a las semifinales. Sin embargo, cualquier duda sobre si merecía estar en esa ronda fue despachada en Marsella, cuando se impuso por 3-0 a Checoslovaquia gracias en parte a dos goles de Valentin Ivanov. Checoslovaquia se recuperó al menos para vencer por 2-0 a Francia y asegurar la tercera plaza.
Si Ivanov fue la estrella en las semifinales, el portero Lev Yashin fue sin duda el héroe de la gran final. Un golpe del destino decidió que el inglés Arthur Ellis dirigiera la final en el Parc des Princes de París, ya que él mismo había oficiado la primera final de la Copa de Europa en el mismo estadio cuatro años antes.
Yashin, conocido como 'la Araña Negra', no pudo evitar que un lanzamiento de Milan Galic pusiera con ventaja a Yugoslavia. El gol del empate de Slava Metreveli llevó el partido a la prórroga, y Yugoslavia comenzó a notar el cansancio, hasta que finalmente Ponedelnik marcó de cabeza el tanto que daba su primer y único trofeo a la Unión Soviética. "Hay partidos y goles que son muy especiales y son el clímax de la carrera deportiva de un jugador. Ese fue el momento estelar de mi vida", dijo Ponedelnik.