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Recital del Tottenham

Tottenham Hotspur FC - FC Internazionale Milano 3-0
Los 'spurs' arrollaron a un irreconocible Inter y se colocan con pie y medio en los cuartos de final de la UEFA Europa League.

Gylfi Sigurdsson marcó el segundo del Tottenham
Gylfi Sigurdsson marcó el segundo del Tottenham ©Getty Images

El Tottenham Hotspur FC sacó el rodillo y se colocó muy cerca de los cuartos de final de la UEFA Europa League. Su eliminatoria ante el FC Internazionale Milano apuntaba a ser una de las más apasionantes y ajustadas de esta ronda, pero fue todo lo contrario. El equipo inglés se dio un homenaje ante un Inter que tendrá que cambiar completamente si quiere tener alguna opción en el partido de vuelta de la próxima semana.

Los spurs salieron al terreno de juego como un torbellino que destrozó al Inter en los primeros 20 minutos. La movilidad de los puntales ofensivos ingleses, en especial Gareth Bale y Gylfi Sigurdsson, volvió loco a un equipo italiano dormido durante todo el encuentro, romo en ataque e inoperante en defensa. Bale demostró su espectacular momento con un gran cabezazo en el minuto 6 que estrenó el marcador. Fue el décimo tanto del galés en los últimos ocho encuentros, prueba más que evidente de su imparable progresión en la presente temporada. Instantes después fue Jermain Defoe el que perdonó tras un precioso recorte que rompió a dos defensas.

El Inter sufrió una barbaridad en el arranque. Bale volvió a probar fortuna en el 12' y seis minutos después el Tottenham dobló la ventaja. Aaron Lennon desbordó en el costado derecho y su centro fue rematado por Defoe. Samir Handanovič detuvo el lanzamiento, pero el esférico cayó a pies de Sigurdsson, que mandó el balón al fondo de la red. Era el minuto 18 y el Tottenham mandaba con claridad, tanto en el terreno de juego como en el marcador.

Con la fantástica presión del Tottenham, no hubo noticias del Inter en toda la primera hora. Sólo Ricardo Álvarez llevó peligro con un mano a mano que mandó fuera cerca del descanso. Con este panorama parecía que el descanso sentaría muy bien al Inter, que movió el banquillo para intentar evitar la sangría que se estaba produciendo. Nada más lejos de la realidad. A los ocho minutos de la reanudación encajó un tercer tanto con una jugada que explica la goleada. Bale botó un saque de esquina y Jan Vertonghen remotó sin oposición, ante la mirada de los jugadores del Inter.

Los golpes no espabilaron al Inter, que pudo encajar una goleada de escándalo de no ser por Handanovič, que salvó a los suyos en el último tramo con paradas de mérito a los intentos de Defoe y Lennon.