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Un mágico Mista brilló en Suecia

La gran actuación de Mista le convierte en el hombre del partido y de su equipo en la conquista de la Copa de la UEFA.

Por Simon Hart en Goteborg

"The winner takes it all," cantaba Waterloo, en el homenaje al grupo sueco Abba y que entretenía a los espectadores en los prolegómenos de la 33ª edición de la final de la Copa de la UEFA. Y, así fue. El récord goleador de Didier Drogba en Europa esta temporada ha quedado en una mera apostilla a pie de página después de que el Olympique de Marseille perdiera la oportunidad de hacerse con un nuevo título europeo ante el Valencia CF.

La fiesta del Valencia
Mucho antes de que el árbitro decretase el final del partido, el estadio Ullevi se teñía de naranja gracias a los aficionados valencianistas desplazados a Suecia. Los seguidores del nuevo campeón de la Copa de la UEFA hondeaban sus bufandas y banderas celebrando el que es el primer título europeo del club en 24 años. El Marsella no se recuperó de la expulsión de su portero en los últimos instantes de la primera mitad. Fabien Barthez vio la tarjeta roja por derribar a Mista en el área y Vicente Rodríguez transformó el penalti que daba la ventaja en el marcador al Valencia. En la segunda parte, Mista fue nuevamente el protagonista de su equipo al conseguir el segundo tanto ché cumplida la hora de encuentro. El Valencia tenía plenamente asegurada la victoria.

Drogba, inédito
Drogba, el delantero de Costa de Marfil que había marcado contra todos sus rivales anteriormente esta temporada en Europa, dijo del Valencia que "probablemente es el mejor equipo contra el que han jugado esta temporada", y lo demostraron. Además de realizar unos primeros 25 minutos brillantes, el Valencia dominó el choque y Drogba apenas tuvo ocasiones ante una defensa que ha encajado cinco goles en trece partidos este año en la competición. De hecho, su frustración era evidente antes de la conclusión de la final, cuando se encaró con Rubén Baraja, acción por la que fue amonestado.

Mista, impresionante
La noche del delantero del Olympique contrasta con la de Mista, nombrado hombre del partido. El ariete valencianista, de 24 años, ha contribuido notablemente al éxito de su equipo este año aportando goles. El conjunto de la capital del Turia había tenido muchas dificultades en este terreno desde la marcha de Claudio López. El murciano ha marcado esta campaña diecisiete tantos en liga y cinco en Copa de la UEFA. El pasado verano el fisioterapeuta del equipo, Paco Ayestarán, le recomendó un libro de relajación que ha sido la clave de su nivel de juego actual.

La marca de Carboni
Sin embargo, Mista no ha sido el único héroe de un Valencia que cuenta en sus filas con cuatro internacionales habituales con España: Carlos Marchena, y el magnífico trío del centro del campo compuesto por David Albelda, Baraja y Vicente. Una especial mención debe hacerse a Amedeo Carboni, que se ha convertido en el jugador de más edad en ganar una competición de clubes de la UEFA, con 39 años y 43 días. Este título llega catorce años después de que Carboni lograra la Recopa de Europa de la UEFA en el mismo estadio con el UC Sampdoria.

Ocasión para saborear
Un periódico de Goteborg, el Göteborgs-Posten, había predicado que "Publiken redan vinnare" (los aficionados serán los vencedores), en un reportaje en el que se hablaba del perfecto estado de salud de ambos equipos antes del partido. Y mientras los seguidores del Marsella deberían de necesitar algo de consuelo tras el pitido final, había mucho que celebrar en Suecia.

Escenas de celebración
Unos cien aviones se encargaron de transportar a unos 22.000 aficionados de España y Francia, los cuales se dejaron ver en la avenida principal de Goteborg, donde los felices hinchas del Valencia vestidos de naranja se mezclaron con los seguidores blanquiazules del Marsella antes del partido. Curiosamente, el color verdiblanco del Celtic FC también se dejó ver. Después de lo vivido el año pasado en Sevilla, pareció que algunos aficionados habían regresado de nuevo. Uno de los seguidores vestía una falda escocesa, con un sombrero y una careta de Henrik Larsson, y tratándose del país del jugador sueco donde se jugó la final, no pasó inadvertido para la gente local. 

Ambiente espectacular
Dentro del estadio, los imitadores del grupo de música Abba no fueron la única diversión antes del encuentro. Un gran murciélago de peluche, la mascota del Valencia y más conocida como Lo rat penat, hizo su aparición, al igual que algunas animadoras aparecieron en el terreno de juego aunque la tarde fuera fresca. Cuando los dos conjuntos saltaron al terreno de juego, los aficionados de ambos equipos crearon un memorable espectáculo en una noche nórdica muy fría. Millares de banderas blancas y azules se desplegaron en la parte de los hinchas del Marsella, mientras que cartulinas de color rojo, amarillo y azul formaron la bandera de la Comunidad Valenciana en la otra parte. 

Fracaso francés
La victoria del Valencia supone el quinto título europeo para un equipo que perdió las dos primeras finales de este siglo de la UEFA Champions League. Mientras tanto, el Marsella, ha fallado en el segundo intento de lograr la Copa de la UEFA para Francia por primera vez. Los equipos galos habían perdido nueve finales europeas de once disputadas antes de la jugada hoy. Desgraciadamente, como Waterloo dijo antes del inicio, "The history book on the shelf is always repeating itself (la historia siempre se vuelve a repetir)".