El Sevilla FC sigue fuerte en Europa

Por Antonio Barragán

El Sevilla FC comenzó con buen pie la Fase de grupos de la Copa de la UEFA 2004/05 imponiéndose por 2-0 al TSV Alemannia Aachen, un rival que a pesar de proceder de la Segunda División alemana, dejó en Nervión un gran sabor de equipo serio y compacto.

Un equipo alemán inusual
El partido se inició con una propuesta doble del TSV Alemannia. Por un lado la valentía de quien se ve inferior, no tiene nada que perder y que alinea de inicio tres jugadores atacantes que en teoría iban a buscar con insistencia a Esteban. Y por el otro, éste más ajustado a los ideales futbolísticos teutones, la envergadura y centímetros en todas sus líneas pero sobre todo en la defensiva. Pero para defender a las escurridizas bandas sevillistas, la contundencia sin velocidad, no es nada.

Gol tempranero
Así que ya en el minuto 7, Jesús Navas buscó las cosquillas a Stefan Blank por el carril diestro logrando un centro que dejaba como rematadores natos a Julio Baptista y Carlos Aranda. El malagueño con muchísima hambre de seguir creciendo, lograba, fusilando por la escuadra a Stephan Straub, el 1-0. Esto despejaba mucho el matiz que el partido iba a tomar a partir de entonces: los chicos de  Joaquín Caparrós juntos atrás esperando al Alemannia, afilando las garras y sabedores que su potencia atacante puede noquear a cualquiera.

Los visitantes incomodan
Conforme iba transcurriendo todo, los alemanes seguían demostrando su confianza en la su doble propuesta inicial de su juego, es decir, ausencia de miedo ante el segundo clasificado en la tabla española, cierta clase a la hora de tocar la pelota, y mucha altura para rematar balones colgados. Eso hizo al Alemannia tomar el mando en plaza y conseguir algún par de ocasiones claras, y que el Sevilla no se sintiese tan cómodo como habitúa hacerlo en las últimas fechas en casa.

El Sevilla busca el segundo
Los jugadores locales sabían de lo efímero que puede resultar un 1-0, así que desde el inicio de la segunda mitad buscaron con ganas doblar su renta. Ganas sí pero combinadas, con un ritmo demasiado espeso que quizá lo transmitía el partido mismo. Y la traducción en el ataque sevillista fue el protagonismo que los lanzamientos desde fuera del área cobraron, en lugar del juego por bandas anterior.

Llega la sentencia
La potencia de la delantera sevillista volvió a demostrarse en el minuto 77. David centró desde la izquierda hacia el corazón del área germana. Allí se encontraba el más peligroso entre los peligrosos, Julio Baptista, que controló la pelota y que antes de que fuese a chutar fue objeto de penalti. Un penalti que el mismo se encargó de transformar, ponía el 2-0, y terminaba con las aspiraciones de sacar algo de Sevilla del Alemannia.