Un empate trabajado

RCD Espanyol y US Città di Palermo, se encontraron por primera vez en la historia de la Copa de la UEFA en la fase de grupos de la competición. Un partido muy disputado que rompió un solitario gol de Franco Brienza a finales de la primera mitad. Pero cuando los italianos ya se veían con los tres puntos, Moisés Hurtado empató en el tiempo añadido dejándolo todavía todo por decidir en este grupo B.

Rotaciones para ambos
Ambos plantearon un once con muchos cambios respecto a lo habitual. Miguel Ángel Lotina confió, de nuevo en Gorka Iraizoz bajo los palos, y también con Jofre Mateu o Jonathan Soriano dejando en el banquillo Raúl Tamudo y en la grada a futbolistas como Ito o Alberto Lopo. Asimismo, Luigi del Neri, con bajas obligadas por sus numerosas lesiones, no contó con Máximo Mutarelli, Simone Pepe, Cristian Terlizzi o el portero titular Mario Alberto Santana. A pesar de ello, el buen inicio en la competición también justificaba estos cambios. Los catalanes, con una victoria en un partido, y los sicilianos con cuatro puntos de seis posibles.

De menos a más
El partido no comenzó demasiado bien para el Espanyol. Lotina ya reclamaba a los primeros minutos que su equipo no contara con la posesión del balón. El duelo se batía en el centro del campo con poca precisión en los pases y sin control del balón por parte sus principales figuras. Destacó la actuación del brasileño Armando Sá que, actuando como interior derecho, se sacó dos buenas jugadas por la banda derecha que terminaron en corner.

Italianos, al cien por cien
El Palermo, por su parte, se parecía al de siempre: un conjunto italiano contundente que basa su juego de peligro en el contraataque. Y de esas jugadas vinieron sus aproximaciones aunque no se traducían en claras ocasiones. Buena culpa de ello, la tuvieron los centrales ‘pericos’ Daniel Jarque y Moisés Hurtado que resolvieron bien su papeleta. El partido seguía abierto y con ambos conjuntos trabajando mucho, con buena actitud y un juego cada vez más rápido y vertical.

Gol del Palermo
Sin embargo, el Palermo llegó mejor al final del primer tiempo cosa que se demostró. Primero, y con tres pases, los visitantes se plantaron ante Gorka que sacó una mano providencial ante el disparo de Franco Brienza. Pero todavía hubo tiempo para más. Mariano González remató una volea centrada desde el segundo palo que se coló en el fondo de la red en el minuto 43. El Espanyol, en el descuento, lo intentó con una falta sacada por De la Peña que Jonathan Soriano desvió. Esa fue la principal ocasión de los de Lotina hasta el momento.

Sin saber definir
La segunda mitad empezó con un Espanyol con más pegada en ataque. Jonathan Soriano se convirtió en el claro protagonista. En tres minutos se sucedieron dos oportunidades calcadas del delantero. De la Peña aprovechó la banda izquierda cediendo para Jofre que buscó la cabeza del delantero. Jonathan remató desviado en ambas ocasiones pero sirvió para que los ‘pericos’ empezaran a creer en sus posibilidades. La diferencia en el resultado ya solo se daba por la efectividad en el remate.

Cambios incomprensibles
Y cuando parecía que línea atacante del Espanyol empezaba a funcionar, Lotina buscó la revolución cambiando a los hombres más activos. Jonathan y Jofre se marcharon por Ferran Corominas y Tamudo, respectivamente. En la siguiente jugada, un error defensivo de los locales estuvo a punto de costarles la sentencia al ecuador del segundo tiempo. Pero luego el Espanyol volvió a poner en peligro la portería de Nicola Santoni. Una gran asistencia de De la Peña que Sá no supo convertir en el empate. Y lo siguiente, otro cambio. Sá, que también estaba completando un gran partido, fue sustituido.

Lucha con recompensa
Los últimos minutos fueron un ataque constante del Espanyol que, jugando más con el corazón, lo intentó de todas las formas posibles. El Palermo, muy cansado, se limitó a encerrarse dentro del área hasta que en el tiempo de descuento se hizo justicia. Otra vez De la Peña puso el balón en la cabeza de Moisés que remató de forma impecable colocando el empate final.