Sevilla está de fiesta

Tras la emocionantísima semifinal de la Copa de la UEFA ante el FC Schalke 04, el Sevilla FC se prepara para su gran cita en la finalísima de Eindhoven el próximo 10 de mayo.

Dedicado a su familia
El club andaluz se convierte en el décimo equipo español que alcanza una final europea gracias al gol de Antonio Puerta en el minuto 11 de la primera parte de la prórroga, que deshacía la igualada a favor del Sevilla después de 210 minutos de fútbol ante el los alemanes. “Todo el mundo me ayudó a meter ese balón en la portería. El club hispalense está creciendo y estoy viendo cómo mis sueños se hacen realidad. Quiero dedicar este tanto a mi difunto abuelo, que era un gran hincha del Sevilla. Aún soy un jugador suplente, pero he llegado hasta el primer equipo con mi esfuerzo y espero seguir creciendo aquí como futbolista”, dijo Puerta.

Esfuerzo colectivo
Aunque Puerta es el que más portadas acapara en el día de hoy, esta final es un premio para un equipo que ha realizado un esfuerzo colectivo ejemplar. José Luis Martí celebró la clasificación con lágrimas en sus ojos: “Jugar una final europea es un sueño hecho realidad. El ambiente de las gradas y ver a nuestro público disfrutando así es una sensación indescriptible. En momentos como estos piensas en tus seres queridos y en los que te han ayudado a llegar hasta aquí”, declaró.

El día más feliz
También fue una ocasión muy especial para el delantero Ariza Makukula, que volvía al equipo después de diez meses por una lesión en los ligamentos de la rodilla. Cuando saltó al campo en sustitución de Javier Saviola fue recibido con una gran ovación por parte del público. “Es el día más feliz de mi vida. Tras diez meses de lesión, este es el partido soñado para volver. Con esta clasificación le hemos dado una gran alegría a nuestra afición”, dijo. El sancionado Javi Navarro añadió: “Lograr algo así en plena feria de abril es indescriptible para nosotros”.

Celebración
Eso fue lo que ocurrió esa noche. Los fuegos artificiales llenaron el cielo del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán tan pronto como acabó el partido, y la parte no bética de Sevilla tomó las calles para aclamar a sus héroes. Como es debido, hasta los semáforos se llevaban el aplauso cuando pasaban del verde del Real Betis Balompié al rojo del Sevilla. Sin embargo, no se engañe, el Sevilla no ha terminado su aventura todavía.