Osasuna cayó con orgullo

El técnico del CA Osasuna, José Ángel Ziganda, dijo que volvería a Pamplona "con la cabeza bien alta", pese a perder en Sevilla por 2-0, en el encuentro de vuelta de semifinales de la Copa de la UEFA y decir de este modo adiós a la final de Glasgow.

Sin arrepentimientos
Osasuna, que ganó por 1-0 en la ida, fue claramente superado por el Sevilla FC en la vuelta. Los goles de Luis Fabiano y Renato acabaron con el sueño europeo rojillo. No obstante, el ex de Osasuna y del Athletic Club Bilbao insistió en que su equipo no podía arrepentirse de nada.

"La cabeza bien alta"
"Nunca hemos llegado tan lejos en competiciones europeos. Alcanzar la final era un sueño pero ahora ya hemos despertado. Hasta el primer gol, aguantamos bastante bien, pero el tanto nos hizo mucho daño. No jugamos bien pero volverá a Pamplona con la cabeza bien alta. Quiero felicitar a mis jugadores", declaró.

“Una vez en la vida”
Sin embargo, sus valiente palabras no pudieron ocultar la tristeza de Osasuna. El defensa José Izquierdo declaraba: “Estos trenes sólo pasan una vez en la vida. La Copa de la UEFA de este año ha sido una experiencia maravillosa tanto para los jugadores como para la afición, pero no hemos podido llegar a la final ya que en la vuelta ante el Sevilla no estuvimos a nuestro nivel y eso se paga caro. Ahora, todo lo que nos queda es luchar por evitar el descenso en Liga”.

Posición tranquila
Osasuna aventaja en seis puntos a RC Celta de Vigo a falta de seis jornadas, por lo que no debería haber problemas para que los hombres de Ziganda sigan en primera la próxima temporada. Sin embargo, también son conscientes de que otra temporada con opciones de alcanzar la gloria europea podría tardar mucho en llegar. El guardameta Ricardo López declaraba: “El equipo está triste porque hemos perdido una oportunidad de oro para hacer algo grande en Europa”.

“Sabor agridulce”
Raúl García añadía: “Por un lado debemos valorar lo que ha supuesto llegar hasta aquí, pero quedarse tan cerca de alcanzar la final te deja un sabor agridulce. Estuvimos dentro hasta el primer gol, pero tras recibirlo podríamos haber hecho algo más. En cualquier caso, hay que estar en el campo para saber lo complicado que es”.