El Atlético entierra su mala fortuna

Este miércoles por la noche miles de aficionados con la elástica roja y blanca del Club Atlético de Madrid acudieron en procesión a la fuente de Neptuno, en el centro de la capital española, para celebrar su dramática victoria en la final de la UEFA Europa League ante el Fulham FC.

Seguidores de todas las edades se congregaron en la fuente cercana al Museo del Prado, donde tradicionalmente el club ha celebrado sus títulos ondeando banderas y bufandas, con fuegos artificiales y en esta caso alabando la figura de Diego Forlán, autor de dos goles en la victoria por 2-1 en Hamburgo. Fue la primera ocasión en la que Neptuno pudo celebrar un título desde el 'doblete' de liga y copa de la temporada 1995/96 y el primer título de europeo en 38 años.

"Tuve que venir y celebrarlo. Había pasado demasiado tiempo desde que había estado aquí por última vez", comentó Gregorio Hernández Villamor, un ex policía de 84 años y aficionado de toda la vida del equipo con problemas en la espalda para llegar a la fiesta. "Ésta es una de nuestras victorias más dulces y un paso importante para el equipo", añadió tras pedir disculpas a los seguidores de Fulham mientras comentaba su amor hacia Inglaterra y su devoción hacia el ex delantero del Atlético, Fernando Torres.

Los cánticos de "¡Atleti, Atleti!" y de "¡Uruguayo, Uruguayo!" resonaron en la mítica plaza, donde una pantalla gigante avanzó las celebraciones de este jueves. Miles de aficionados salieron a las calles con la banderas rojiblancas, haciendo sonar sus bocinas para animar a la población.

César Martínez, trabajador de 39 años de una fábrica, había bajado con siete miembros de su familia, incluidas sus cuatro jóvenes hijas vestidas con las camisetas y las bufandas del Atlético. "Es una victoria histórica. Bajé aquí en 1996 y es una sensación tremenda estar aquí de nuevo", cometó lleno de orgullo y con el sentimiento de un seguidor que echaba de menos estas sensaciones.

La alegría entre los aficionados del Atlético se hizo más dulce todavía cuando pasaron por la cercana fuente de La Cibeles, lugar tradicional de las visitas de su eterno rival de ciudad, el Real Madrid CF. "El que no salte es del del Madrid", le gritaron centenares de personas mientras no paraban de saltar.

Los seguidores del Madrid disfrutaron llamando a sus vecinos 'Patético de Madrid' debido a la mala suerte del Atlético desde aquel empate ante el FC Bayern München en la final de la Copa de Europa 1973/74 que acabó con su derrota en el partido de desempate. El club tomó entonces el nombre de 'El Pupas' y sus aficionados 'Los sufridores'. Todo quedó enterrado este miércoles por la noche.