Mazzarri saca pecho con sus jugadores
viernes, 1 de octubre de 2010
Resumen del artículo
"Cualquier equipo hubiera hincado al rodilla con nuestro comienzo, pero mis jugadores supieron levantarse", comentó el técnico después de que su Nápoles remontara tres goles ante el Steaua.
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El técnico del SSC Napoli, Walter Mazzarri, alabó la reacción de sus jugadores después de que lograran remontar tres goles en contra para firmar un trepidante empate ante el FC Steaua Bucureşti en el Grupo K de la UEFA Europa League. "Los tres goles encajados en los primeros compases hubieran rendido a cualquier equipo", comentó.
El Steaua nunca había marcado a un equipo italiano en sus once partidos anteriores, pero no tardó en tirar abajo la estadística, ya que a los dos minutos el defensa Emilson Cribari marcó en propia meta. Una falta de Cristian Tănase que se coló en la portería y un remate de Pantelis Kapetanos a los 16’ pusieron firmes a los visitantes. Sin embargo, la expulsión de un jugador local cambió el sino del partido.
"Vinimos aquí para lograr los tres puntos. Todos nuestros planes, sin embargo, se destruyeron en diez minutos, cuando encajamos dos goles rápidos. Mis jugadores se quedaron en 'shock' y cometieron un error que les permitió marcar otro rápido", añadió Mazzarri.
"Sin embargo, yo sólo puedo alabarles. Estoy entusiasmado con su reacción. Cualquier equipo hubiera hincado al rodilla con nuestro comienzo, pero mis jugadores tuvieron la fortaleza para levantarse y creo que este punto final es merecido", continuó.
Mazzarri comenzó con Ezequiel Lavezzi y Marek Hamšík en el banquillo y, aunque Luigi Vitale redujo distancias poco antes del descanso, el eslovaco colocó al Nápoles muy cerca en el marcador con un soberbio zapatazo en el 73'. "Tengo que cuidar las fuerzas de mis futbolistas que están jugando cada tres días. Quería un equipo sólido que pudiese venir aquí y ganar", añadió Mazzarri, que vio cómo Edinson Cavani empataba en el octavo minutos del descuento.
Además de Lavezzi y Hamšík, el delantero de 18 años Nicolao Dumitru también entró en la segunda parte y disfrutó de una sensación muy especial ya que su padre es rumano. "Este empate es como una victoria. Fue muy emotivo para mí jugar en Rumanía incluso si no hubiera recibido una calurosa bienvenida. Con el pitido final casi lo celebramos como un triunfo porque remontar un 3-0 adverso es fantástico", comentó.
Y mientras Mazzarri soltaba suspiros de alivio, su homólogo Marius Lăcătuş cree que la fatiga jugó un papel importante tras la expulsión de Kapetanos. "Tengo que felicitar a mis jugadores por su actitud, pero es complicado jugar más de la mitad del partido con un hombre menos. Mis jugadores no pudieron aguantar la presión de un buen equipo en una situación así debido al cansancio. No aguantábamos el balón en los últimos minutos", explicó Lăcătuş, que comenzó su tercera etapa en el banquillo del Steaua.