Gerrard dinamita al Nápoles
jueves, 4 de noviembre de 2010
Resumen del artículo
Liverpool FC - SSC Napoli 3-1
El capitán del club inglés entró en el descanso para remontar el partido con un espectacular 'hat-trick'.
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En uno de los partidos más destacados del jueves, el Liverpool FC se impuso al SSC Napoli en una noche pletórica de Steven Gerrard. El internacional inglés salió en el descanso para revolucionar el partido, anotar un 'hat-trick' y remontar el tanto inicial de Ezequiel Lavezzi para mantener a su equipo al frente del Grupo K.
Roy Hodgson sacó a jugadores poco habituales de inicio, prescindiendo de hombres como Fernando Torres y Maxi Rodríguez. Pero Walter Mazzarri se tomó el partido muy en serio y fue con todo desde el principio. Esto, y la motivación de un Nápoles que no visitaba un gran estadio europeo desde hace años, provocó que las primeras llegadas fueran para los italianos.
Pero con el paso progresivo de los minutos el partido cambió. El Liverpool se fue estirando ante su afición y poco a poco Raúl Meireles y Milan Jovanović fueron recibiendo más balones y presionando más a un conjunto napolitano más ofensivo de lo habitual. De hecho, el equipo de San Paolo tenía constantemente cuatro o cinco hombres por delante del balón tanto en ataque como en defensa, algo raro de ver en los partidos que juegan en Europa los clubes transalpinos.
Uno de los primeros disparos fue obra de David Ngog, delantero del Liverpool en la jornada de este jueves. El francés se revolvió bien en el área, dejando atrás a su marcador, pero no logró sorprender a Morgan De Sanctis. Respondió un par de minutos después, en el 23', el argentino Lavezzi. En una arrancada desde el centro del campo acabó disparando con potencia desde la frontal sin llegar a ver puerta.
Esto sólo fue el aviso de Lavezzi. En el minuto 28 no iba a tener piedad. Tras un error de Christian Poulsen, el uruguayo Edinson Cavani asistió genialmente de cabeza al argentino, que esta vez no falló en el uno contra uno ante Pepe Reina. Un mazazo para el Liverpool, que buscó la reacción de nuevo con Ngog en otra buena jugada de ataque que no supo definir el ariete francés del equipo de Anfield y en un disparo lejano de Glen Johnson que detuvo bien De Sanctis.
En la segunda parte Ngog volvió a toparse nada más salir con De Sanctis. El francés estaba gafado, pero al menos ahora tenía el apoyo por detrás de Steven Gerrard, que entró en el partido por Jovanović en el descanso. Y lo cierto es que el ingreso del capitán revolucionó algo a su equipo en el primer tramo del segundo periodo...aunque la reacción no duro mucho.
Lavezzi volvió a dar muestras de su calidad y se dedicó a retar una y otra vez al veterano Sotiris Kyrgiakos en velocidad. Naturalmente, el atacante del Nápoles tenía todas las de ganar y de sus jugadas llegaron varios centros peligrosos que no consiguieron rematar el resto de arietes italianos. Pero con Gerrard en el campo los reds eran infinitamente más peligrosos, y en una falta lejana en el minuto 71 a punto estuvo de igualar el choque el centrocampista inglés.
En su siguiente jugada no fue sólo peligroso. Gerrard fue el más listo de todos y aprovechó una mala cesión de Andrea Dossena a su portero para poner el 1-1 en el electrónico. Jugada muy pícara del ya legendario jugador de Anfield, que demostró que un solo futbolista puede revolucionar un partido en solitario...e incluso ganarlo. Y es que el minuto 87 el Nápoles cometió un penalti sobre Johnson que Gerrard transformó sin piedad, y dos minutos más tarde él mismo cerró el marcador con una fina vaselina en un rápido contraataque. Importante victoria por 3-1 de un Liverpool que se mantiene a la cabeza del Grupo K.