Se acaba la aventura danesa

El FC København se ha quedado sin opciones de alcanzar la siguiente ronda de la UEFA Europa League tras no empatar 1-1 con el FC Vorskla Poltava y tras el triunfo del R. Standard de Liège por 2-0 contra el Hannover 96 en el otro encuentro del Grupo B.

El Copenhague, que la pasada temporada disputó la fase de grupos de la UEFA Champions League, afrontó el partido con la clara obligación de buscar los tres puntos si quería seguir con opciones de alcanzar los dieciseisavos de final en la sexta jornada. Por ello, los daneses comenzaron dominando a un Vorskla sin opciones en el grupo.

Sin embargo, fueron los ucranios los que se adelantaron en el marcador. Antes, en el 21', Pavlo Rebenok puso a prueba al portero visitante Johan Wiland que tuvo que sacar una buena mano para enviar el balón a córner. Pero diez minutos después y tras un saque de equina ejecutado por Ivan Kryvosheyenko llegó el 1-0 cuando Dame N'Doye introdujo el cuero en su propia portería. No obstante, este tanto despertó al conjunto de Roland Nilsson.

Así, en seis minutos igualó la contienda el Copenhague cuando el balón dentro del área le llegó a N'Doye tras una gran jugada colectiva y éste superó a Serhiy Velychko. Aún tuvo tiempo el Vorskla en el minuto 41 de marcharse al descanso con ventaja en el luminoso, pero Wiland estuvo muy rápido para desbaratar el remate de Kryvosheyenko.

Con la eliminación asegurada con el empate, el equipo danés salió a por todas en el segundo acto pero el Vorskla estaba dispuesto a lograr su primer triunfo. Como consecuencia de este guión, las llegadas a ambas áreas eran continúas, pero siempre los dos conjuntos fallaban en el último pase para crear claras ocasiones de gol.

En el 75' Andriy Oberemko lo intentó con dos lejanos tiros y que tuvieron un mismo final, que no fue otro que el balón salió muy desviado de la portería de Wiland. Dos minutos después repelió N'Doye y su disparo lo detuvo sin apuros Velychko. A cinco del final, Oberemko se vio cantando el gol para el Vorskla, pero surgió la figura de Pierre Bengtsson que bajo palos desbarató la clara oportunidad. En los últimos instantes el Copenhague quemó sus últimos cartuchos, aunque lo hizo más con el corazón que con la cabeza y por ello no llegó el triunfo deseado.