El incombustible Salpingidis

Si Dimitris Salpingidis juega con el PAOK FC el último encuentro del Grupo L ante el AZ Alkmaar disputará su encuentro número 67 en Copa de la UEFA/UEFA Europa League.

En apariencia no es un número especialmente redondo pero para el delantero de 32 años se trata de una cifra importante, ya que le colocaría en la cuarta plaza, junto a Walid Badier, de la clasificación histórica de la competición. Dos encuentros más en los dieciseisavos de final le permitirían igualar al que fuera guardameta del FC Internazionale Milano Walter Zenga, dos veces ganador de la Copa de la UEFA, en la tercera plaza. Además, si logra su tercer tanto de esta temporada en la fase de grupos se situará el séptimo en la tabla de máximos goleadores con 24 tantos, junto a Mladen Petrić y Claudio Pizarro.

El torneo siempre ha tenido un papel importante en la carrera de Salpingidis, ya que su gol más importante con el PAOK llegó el día de su debut con el primer equipo cuando saltó al campo sustituyendo a Zisis Vryzas, ahora presidente del PAOK, en un partido de la Copa de la UEFA ante el FC Lokomotivi Tbilisi el 30 de septiembre de 1999. Su tanto número 100 con el conjunto heleno llegó en el partido ante el AZ de la segunda jornada. Por extraño que parezca, ambos hitos los logró con entrenadores holandeses: Arie Haan en 1999 y Huub Stevens en 2013.

Nacido en Salónica, Salpingidis empezó su carrera como luchador greco-romano antes de descubrir su interés por el fútbol. "Soy de Salónica y siempre he sido del PAOK", apuntó Salpingidis. Se unió al club heleno con 16 años y pronto se convirtió en talismán. Su marcha en 2006 al Panathinaikos FC causó un gran revuelo en el club. En la capital marcó de forma regular y ganó la liga pero en 2010 volvió al PAOK.

Grecia también ha podido disfrutar del olfato goleador del delantero. De hecho, fue el gol de Salpingidis en los play-offs de la Copa Mundial de la FIFA de 2010 el que dio el triunfo ante Ucrania. Además, es el único jugador heleno que ha marcado en un Campeonato de Europa de la UEFA y en un Mundial. "No puedo explicar lo que significa marcar goles cruciales. Mi única preocupación es que el equipo gane y yo contribuyo con lo que sé. Los goles también son cosa de la suerte. Veo el balón, compruebo la posición de mi defensor y no parpadeo… Simplemente chuto para marcar", comentó Salpingidis.

La entrega incondicional es el sello de Salpingidis. Rara vez demanda atención, y es capaz de despistar a las defensas si le pierden de vista. Además, ya ha marcado tres goles al AZ en sus anteriores choques en Europa. Pero Salpingidis sabe que hay mucho en juego en la sexta jornada, y querrá aumentar su cuenta ante los holandeses. "Estar clasificados a falta de un partido es genial. Espero llegar lejos en la competición, pero tenemos que asegurarnos la primera plaza y ver qué nos depara el sorteo. Tenemos que ser consistentes en nuestros partidos y también tener un poco de suerte", añadió.

Consistencia y fortuna (la que está en sus manos) es, precisamente, lo que ha demostrado Salpingidis durante toda su carrera.