El Betis sigue sin pólvora

El Real Betis Balompié estará este lunes en el sorteo de los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League, y lo hará como segundo clasificado del Grupo I después de no poder doblegar al HNK Rijeka en una nueva constatación de la falta gol que sufre el conjunto verdiblanco.

Juan Carlos Garrido, en su estreno como técnico en el Benito Villamarín, dejó a muchos de los habituales en el banquillo. La clasificación ya estaba en el bolsillo y el duelo no exigía tirar de los mejores hombres, algunos fuera de su plenitud física. A pesar de las novedades en el once, arrancó bien el Betis, con criterio a la hora de mover el balón y jugando en campo rival.

Así discurrieron los primeros minutos hasta que una noticia animó a la grada. El Vitória SC se adelantaba ante el Olympique Lyonnais en Portugal, así que un triunfo bético impulsaba a los verdiblancos a la primera plaza del Grupo I y, por lo tanto, a un sorteo 'a priori' más favorable en los dieciseisavos de final. El tanto del Vitória pareció despertar al Betis, que dispuso entonces de sus mejores momentos, encerrando al Rikeja en su área. Juanfran, el mejor jugador local, inició las hostilidades con un disparo que mandó a córner Ivan Vargić. A renglón seguido, Salva Sevilla se resbaló en franca posición de remate dentro del área.

Estas buenas sensaciones se diluyeron con la primera contra trenzada por el Rijeka y que a punto estuvo de estrenar el marcador. Leon Benko, que ya había marcado al Betis en la segunda jornada, tuvo un clarísimo cabezazo en el área pequeña, pero mandó el balón fuera en el 28'. Juanfran volvió a liderar la reacción local con un disparo que se estrelló en el Vargić, pero la velocidad croata volvió a meter miedo a la grada con una jugada que Ivan Krstanović no supo culminar de forma inexplicable. El Betis dominaba, pero el Rijeka había perdonado el gol en dos contras clarísimas.

Tras la reanudación, el Betis continuó volcando el juego por ambas bandas, pero los centros desde los costados nunca encontraron rematador. Con este panorama no fue de extrañar que la entrada de Rubén Castro fuera recibida con júbilo por la grada bética. Instantes después, un grave error de Dario Knežević trajo la ocasión más clara del Betis. El central croata, último defensor, permitió que Chuli le robase el esférico y se plantase ante Vargić, pero su remate fue horrible, muy alejado de la portería. Al mismo tiempo el Lyon daba la vuelta al marcador en Portugal y se aseguraba el primer puesto.

Todo esto hizo que Garrido agotase los cambios e introdujese en el campo a Nono y Verdú con el objetivo de encontrar con la tecla. Sin embargo, nada eso pareció funcionar y un disparo de Zoran Kvržić pasó muy cerca de la portería de Guillermo Sara (bajo palos por primera vez en esta fase de grupos). Algún disparo lejano y un sinfín de saques de esquina no fueron bastantes para superar a un Rijeka que con este empate echó el cierre a su aventura europea. El Betis, invicto y sin recibir un gol como local, ya espera rival para la próxima ronda.