Sevilla toma color verdiblanco

Cánticos, colorido y un ambiente espectacular salpicaron Sevilla durante todo el día. Los prolegómenos son magníficos, pero lo realmente importante se jugaba a partir de las 21:05 HEC con la ida de octavos de final de la UEFA Europa League. El primer derbi sevillano en competición de clubes de la UEFA y el sexto en la historia de las mismas a nivel global. El Real Betis Balompié se plantó en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán con un esquema arropado, sin Salva Sevilla en la batuta, y terminó llevándose el premio gordo gracias a un testarazo de Léo Baptistão en el minuto 15 tras un servicio dulce de Juanfran. El Sevilla FC tuvo el control de balón y generó más opciones de gol, pero el cerebro de Salva Sevilla se incorporó en el segundo acto y sacó a relucir su magia en el 77' para colocar un 0-2 que durante siete días hará que la ciudad sea algo más verdiblanca que blanquirroja.

Casi sin tiempo a digerir el himno atronador cantado por la afición local, Bacca se plantó delante de Adán, pero su disparo cruzado acabó en saque de esquina gracias a los reflejos del meta. En un cuarto de hora inicial de claro color local, aunque sin cuajar opciones peligrosas, el Betis asestó un golpe mortal en su primer lanzamiento. Juanfran, que se desempeñó en funciones más ofensivas teniendo a Caro por detrás, puso un pase medido a la cabeza de Baptistão, que adelantó a los verdiblancos batiendo con fuerza a Beto. Era el minuto 15 y los 2.000 aficionados béticos se fundieron en un abrazo común.

Sexto partido a domicilio del Betis y en cinco pudo festejar, al menos, una diana. Reacción rápida de los de Unai Emery, pero el testarazo de Bacca fue frenado por Adán, que empezaba a forjar de esta forma su leyenda en la noche del Pizjuán. Una subida de Alberto Moreno casi desemboca en el 1-1, pero de nuevo la fuerza del partido cambió de costado.

Si en el 0-1 fue Baptistão, esta vez tocó el turno de Cedrick. El veloz extremo se vio beneficiado de un centro muy pasado de Juanfran y su remate con la cabeza lo sacó con apuros Beto. El intercambio de golpes estaba servido y, segundos después, Vitolo se adelantó a Adán en el esférico servido desde la izquierda pero no acertó a calibrar portería.

José Antonio Reyes tuvo la última del primer acto al aprovecharse del hueco dejado por Caro en el lateral derecho, pero otra vez apareció Adán, que agrandó su ya de por sí estirada figura (1,91 metros). Emery sacó otro delantero tras el descanso (Kevin Gameiro, que suplió a Sebastián Cristóforo, en busca de más mordiente ofensiva, y dio 45 minutos a Diogo Figueiras en detrimento de Coke.

El balón y las llegadas seguían siendo del combinado del Sánchez Pizjuán, pero Gameiro y Bacca no mezclaron como el de Hondarribia pensó y se tuvo que conformar con un disparo flojo del galo, que controló con maestría pero no supo definir. El Sevilla agotó las sustituciones con la entrada de Marko Marin, que buscaba dar mayor profundidad que Vitolo.

La estrella de Adán no siguió brillando, pero no por falta de acierto, sino por ausencia de ocasiones sevillistas. El dos veces campeón de la Copa de la UEFA siguió siendo dueño del partido, y sólo una indecisión entre el meta y Damien Perquis despertó al Sevilla, pero ni Marin, ni posteriormente Gameiro, pudieron subir las tablas al electrónico.

Humberto Calderón sacó a Rubén Castro del terreno de juego a falta de 23 minutos y los verdiblancos fueron consumiendo los minutos. En el 77', el goleador bético vio a Salva Sevilla (recién incorporado) en el borde del área y el mediocentro acarició el esférico para convertir el 0-2 y dejar la clasificación a los cuartos de final de la UEFA Europa League con claro color verdiblanco. En siete días, la definición en el Estadio Benito Villamarín en la reedición de un jueves de pasión en la capital de Andalucía.