Dónde se ganó y se perdió la final de la Europa League
miércoles, 24 de mayo de 2017
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El Manchester ejecutó el plan de José Mourinho a la perfección, siendo Ander Herrera su referente en el campo. UEFA.com analiza dónde se ganó y se perdió la final.
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Herrera sobre el balón… incluso sin tenerlo
Ander Herrera fue visto más de una vez pidiendo a sus compañeros que volvieran y que ayudaran en defensa al equipo (un hombre de Mourinho si hubiera alguno). Ha sido este tipo de comportamiento así como su influencia en el balón la que le ha convertido en el hombre del partido.
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La pregunta a Henrikh Mkhitaryan sobre su gol revela la conciencia del español en el corazón de la batalla. "Para ser honesto, no debería haber estado ahí. Debería haber estado en la frontal del área, pero como ya tenía una tarjeta, Ander Herrera me dijo que era mejor que me metiera en el córner y estuviera cerca del portero", comentó el armenio.
Fellaini, el referente para el United
Se sabía que prácticamente todos los centros, tiros libres y córners del United estarían destinados hacia la cabeza de Marouane Fellaini. Los defensores del Ajax también lo sabían. Y sin embargo, en nueve de cada diez, el belga se impuso en los duelos aéreos. El centrocampista siempre le dio a los diablos rojos una opción para disputar la pelota, y su físico y su presencia claramente perturbaron al Ajax.
En contraste, el referente de los holandeses, Kasper Dolberg, rara vez ganó sus duelos. Sin espacio para meterse detrás de la defensa United, se vio obligado a pelear por los balones y pases con poca precisión.
Cubriendo todos los espacios
El Ajax necesita espacio para trabajar en sus triangulaciones y tan conocidas aperturas de balón. El Manchester United simplemente se negó a concederles ninguna. Los ingleses mandaron en el centro del campo y acosaron a cualquier adversario vestido de rojo y blanco que tuviese la pelota. Implacablemente. Tanto Bertrand Traoré como Amin Younes se quedaron sin opciones.
En el Ajax se vieron obligados a retirarse, reagruparse y volver a intentarlo. El equipo holandés tuvo dos tercios de la posesión en la primera mitad, pero aun así se fueron al descanso perdiendo 0-1. Nada cambió después del descanso. Los hombres de José Mourinho tenían un plan claro y se mantuvieron firmes. Como resultado, el juego dinámico y espasmódico evidente en las victorias logradas como local en cuartos y semifinales del Ajax nunca se materializó.