Final de la Europa League: Un Inter creado a imagen de Conte
miércoles, 19 de agosto de 2020
Resumen del artículo
"Exige darlo todo, no sólo en los partidos, sino también en los entrenamientos", dijo Ashley Young.
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En el verano de 1997, un tal Ronaldo se unió al Inter de Milán. Su primera temporada con la camiseta de los 'nerazzurri' fue sensacional. 'Il Fenomeno', como se le conoció pronto, marcó 34 goles en todas las competiciones, el último de ellos culminando una brillante actuación en la final de la Copa de la UEFA de 1998 para sellar una victoria por 3-0 contra la Lazio.
22 años después, la historia podría estar a punto de repetirse. Romelu Lukaku, delantero del Inter, ha marcado 33 goles en su primera temporada y todavía le queda un partido por jugar: la final contra el Sevilla.
El belga ha marcado tres goles en esta fase final en Alemania y ha establecido un récord de goles marcando en sus últimos diez partidos de la Europa League, una racha que se remonta a la temporada 2014/15 con el Everton. Pero no son sólo sus goles los que hacen de Lukaku la imagen de este Inter.
El poderoso jugador de 27 años siempre hace ese sprint extra, trabaja duro para sus compañeros y se apresura a compartir el mérito del éxito con el impresionante equipo italiano. Todas las cualidades que el famoso entrenador adicto al trabajo, Antonio Conte, buscaba en un delantero cuando fue nombrado técnico del Inter el verano pasado.
Entusiasta de la defensa de tres hombres, Conte ha construido al Inter en torno a una formación 3-5-2, con dos dinámicos centrocampistas por delante de un pivote de contención (Marcelo Brozović) y dos jugadores de ataque en las bandas. El juego comienza desde atrás, invitando a los oponentes a presionar y luego buscando a los delanteros con balones en largo desde la defensa o con pases directamente del guardameta Samir Handanovič. Lukaku es la clave del sistema: es capaz de defender el balón con su cuerpo, crear espacio para sus compañeros y, como demostró de nuevo contra el Shakhtar Donetsk en las semifinales, hacer carreras incisivas y dar el toque final.
Pero no todo ha sido vino y rosas para el Inter esta temporada. El equipo de Conte empezó la campaña en la UEFA Champions League y habría llegado a la fase de eliminatorias si hubiera vencido al Barcelona en la sexta jornada. Lukaku marcó una vez, pero falló otras oportunidades y los 'nerazzurri' tuvieron que pagar las consecuencias.
En la Serie A, al Inter también le faltó la regularidad. A pesar de un sólido final, fue segundo a solo un punto de la Juventus. Conte buscaba un equipo estable. Ashley Young ha tenido un impacto significativo, marcando cuatro goles y dando cinco asistencias desde que llegó del Manchester United en enero. Christian Eriksen, sin embargo, ha encontrado las cosas más difíciles. Conte trató brevemente de acomodar al danés en una formación de 3-4-1-2 pero pronto volvió a cambiar a 3-5-2 y no ha cambiado ni un solo jugador de su XI inicial desde que derrotó al Getafe en los octavos de final.
Uno de esos asiduos es el veterano Diego Godín, dos veces ganador de la Europa League con el Atlético de Madrid. Se esperaba que el excapitán del Atlético se convirtiera en una piedra angular de la defensa 'nerazzurra' cuando se incorporó el verano pasado, pero las cosas no salieron inicialmente según lo previsto y perdió su puesto a manos del prometedor joven Alessandro Bastoni. Godín nunca se quejó, solo se propuso recuperar su puesto.
"Fue un reto para mí entender lo que Antonio Conte quería", dijo el defensa de 34 años después de la victoria en cuartos de final ante el Leverkusen. "Es totalmente diferente a la forma en que había jugado y me había movido durante 15 o 20 años. Tuve que cambiar mentalmente y también físicamente, cambiar la forma como que veía el fútbol. He aprendido mucho del entrenador. Es increíblemente exigente y me di cuenta de que tenía que trabajar tan duro como pudiera".
Young también ha sido impactado por el ímpetu de Conte. "Él exige darlo todo, no sólo en los partidos, sino también en los entrenamientos. Se puede decir que es un ganador. Quiere ganar, y exige a todos los jugadores una mentalidad ganadora". El ejemplo dado por la ética de trabajo de gente como Lukaku, Godín y Young se ha extendido por todo el equipo.
"Cuando juegas con los mejores jugadores y un gran entrenador, se hace más fácil desarrollarse", explica el centrocampista Nicolò Barella, de 23 años. "Este fue el comienzo de una nueva era para nosotros, así que no fue fácil estar en buena forma desde el principio. Tuve que cometer errores y aprender de ellos. Conte ha mejorado mi mentalidad, mi forma de jugar. Ahora uso mucho más mi cerebro. Antes era puro instinto. También soy más fuerte cuando ataco".
El Inter ha brillado antes en el escenario europeo. El gran Inter de Helenio Herrera ganó dos veces la Copa de Europa en los años 60. El 'Inter alemán' de Andreas Brehme, Lothar Matthäus y Jürgen Klinsmann ganó la primera de las tres Copas de la UEFA en los años 90, y luego José Mourinho llevó al Inter al famoso 'triplete' en 2010 con aquella victoria contra el Bayern de Múnich en la final de la Champions League. ¿Es el turno de Conte?
"Trabajamos muy duro en el pequeño campo de entrenamiento que teníamos antes de este torneo", dijo Lukaku después de la victoria por 5-0 contra el Shakhtar en las semifinales. "Fue duro, pero creo que ahora vemos los resultados del arduo trabajo. Física y tácticamente, todos están al 100% y podemos seguir adelante". Todo ese trabajo podría estar a punto de dar sus frutos.