Oliver Glasner, técnico del Eintracht, sobre la final de la UEFA Europa League ante el Rangers, su afición y dar orgullo a Austria
domingo, 15 de mayo de 2022
Resumen del artículo
"Nuestra principal fortaleza es la unidad; tenemos un gran espíritu de equipo", afirma el entrenador austriaco del Eintracht de Frankfurt, Oliver Glasner, mientras prepara a su equipo para enfrentarse al Rangers. "Ganar sería un gran logro".
Article top media content
Cuerpo del artículo
Oliver Glasner, que llegó en verano procedente del Wolfsburgo, tuvo un comienzo turbulento en el Eintracht de Frankfurt, con importantes cambios sobre el terreno de juego y entre bastidores, pero el austriaco ha conseguido impulsar a su equipo en las noches de la Europa League, llegando a la final.
Mientras se prepara para enfrentarse al Rangers en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de Sevilla, el exdefensa del SV Ried, de 47 años, tiene la oportunidad de brindar a la famosa y apasionada afición del club su primer trofeo europeo desde que ganaron la Copa de la UEFA en 1980, y lograr algo que sólo un austriaco ha conseguido antes.
Sobre el Rangers, su rival
Todos los equipos que llegan a la final se lo han ganado, porque el camino es largo: hay que ganar muchos partidos. Con el Borussia Dortmund y el Leipzig, el Rangers ha eliminado a dos equipos punteros de la Bundesliga en dos partidos. Eso demuestra que son muy buenos y también que están bien preparados para el fútbol alemán, por lo que espero un partido muy igualado y reñido. Ambos equipos son muy físicos; el fútbol británico es muy físico.
No podemos influir en lo que hace el Rangers, pero sí en lo que hacemos nosotros, en cómo jugamos, en lo que nos proponemos y en cómo lo ponemos en práctica. Quiero ganar basándome en nuestros puntos fuertes y no en los puntos débiles del rival. Así es como nos estamos preparando. Por supuesto que respetamos mucho al Rangers, y será importante saber cómo juegan, cómo atacan, pero lo más importante es lo que nos proponemos hacer nosotros.
Sobre su primera temporada en el Eintracht
Hubo muchos cambios en el verano. Se fueron algunos jugadores importantes y llegaron otros nuevos; tardamos unas semanas en poder desarrollar juntos cómo queríamos jugar. Al final del otoño pasado notamos que muchas cosas iban en la dirección correcta y que éramos competitivos contra todos los equipos importantes. Ganamos en Múnich contra el Bayern y también en la Europa League contra el Olympiacos, cuando nos dimos cuenta de que con ese rendimiento podíamos conseguir algo grande.
Nos dio mucha confianza en nosotros mismos al llegar a la eliminatoria. Y, por supuesto, nos clasificamos contra el Betis en el minuto 122, y luego los dos extraordinarios partidos contra el Barcelona y seguimos invictos (desde el inicio de la fase de grupos). Tenemos la oportunidad de ganar un trofeo europeo, la Europa League. Al principio no lo creíamos, pero ahora creemos firmemente que es posible.
Sobre las fortalezas del Eintracht
Nuestra principal fortaleza es la unidad. Tenemos un gran espíritu de equipo en la plantilla. En la fase eliminatoria siempre hemos tenido jugadores suspendidos o lesionados y los que los han sustituido lo han dado todo y han rendido muy bien. Sabemos jugar un fútbol físico de alta intensidad. Somos muy organizados y dificultamos mucho que el West Ham, el Barcelona y el Betis nos marcaran. Somos un equipo que puede jugar rápido hacia adelante, a un ritmo alto, y los jugadores están dispuestos a jugar al límite. Tendremos que repetirlo contra el Rangers.
Sobre lo que significaría ganar la final
Para mí, como entrenador, es el punto culminante de mi carrera. Me han dicho que me convertiría en el segundo entrenador austriaco en ganar un trofeo europeo tras Ernst Happel (que ganó la Copa de Europa con el Feyenoord en 1970 y con el Hamburgo en 1983). Él es la mayor leyenda austriaca como entrenador, sería un logro extraordinario para mí. Pero para el Eintracht, para los hinchas, para el club, para los jugadores (llevar el trofeo a casa 42 años después de la final de la Copa de la UEFA de 1980) sería lo más importante.
Cuando se habla de Europa aquí, enseguida aparece una sonrisa y es que hay mucha diversión y alegría. Evidentemente, eso nos lo transmiten en el estadio con el ambiente y el apoyo. Tiene un significado extraordinario, un gran significado, y por eso vamos a esforzarnos al máximo para volver a casa con el trofeo y pasar una o dos noches celebrando con nuestros aficionados.