Rúbén Amorim habla de la final de la UEFA Europa League entre Manchester United y Tottenham

Contratado a mitad de temporada para sustituir a Erik ten Hag al frente del Manchester United, Rúben Amorim ha tenido una dura iniciación en el fútbol inglés, pero no ha dejado de encumbrar a su equipo en la UEFA Europa League.

Ahora, a sus 40 años, quiere levantar al United una vez más en la final de Bilbao contra el Tottenham, con el orgullo (y una plaza en la UEFA Champions League) en juego.

Sobre sus inspiraciones como entrenador

"Tengo muchas. Mucha gente me influyó mucho. Siempre he visto mucho fútbol y ahí es donde más he aprendido. La influencia del entrenador Jorge Jesús, que ya tiene la influencia neerlandesa. Luego, [Johan] Cruyff también. De pequeño veía mucho fútbol italiano. Jugar con tres atrás viene de la filosofía de Cruyff. Luego, junto con la manera italiana de defender, con una primera línea de defensa, y una segunda línea. Es una combinación de diferentes tipos de fútbol".

"Muchas de las cosas que hice en el Sporting, como fichar a jugadores como Nuno Santos, Pote [Pedro Gonçalves], todos esos jugadores, emulaba lo que [José] Mourinho hizo en el Porto. Soy el tipo de persona a la que le gusta crear vínculos. Creo que así se manejan mejor los grupos que siendo distante. Mourinho también me influyó en ese sentido. Él introdujo eso en el fútbol: un vínculo. Los trucos que creaba para desafiar a quien tenía que desafiar, para ayudar a quien tenía que ayudar. Creo que todos los entrenadores han aprendido mucho de Mourinho".

Sobre la gestión de jugadores

"Intento ser justo y no busco decisiones difíciles ni confrontaciones, pero tampoco huyo de ellas. Así soy yo: directo. Intento tomar lo que me gustaba de un entrenador cuando era jugador, y creo que la honestidad es esencial. Y cuando diriges un club como éste, tienes que saber tomar decisiones difíciles, porque no hay nadie más que las tome. Así que hay que saber tomar decisiones difíciles, pero también explicar cada paso de esa decisión".

"Intento encontrar una conexión con [mis jugadores]. No tienes nada si no hay conexión entre seres humanos. No soy frío [con ellos]. Sé mantener las cosas separadas. Puedo ser otra persona fuera del campo y ayudarles. Siempre seré un amigo, por así decirlo, pero cuando llega la hora de trabajar, soy completamente diferente, y las cosas no me impiden tomar decisiones difíciles porque soy capaz de ser honesto. Puedo ser su amigo, pero si es necesario, tomaré decisiones difíciles: dejaré fuera a jugadores, les dejaré marchar".

Sobre enfrentarse al Tottenham en la final

"Independientemente del resultado, el hecho de haber jugado contra el Tottenham esta temporada me ayuda a prepararme, y puedo ayudar a mis jugadores. Será muy duro. No vamos a ganar sólo por el físico. Por ejemplo, contra la Real Sociedad, sabíamos que eran muy buenos técnicamente, que tienen un estilo muy dinámico, pero sabía que siendo físicos nos llevaría a un lugar en el que estaríamos más cómodos. En este caso, no tenemos esa [ventaja], pero estaremos preparados para ello".

Sobre lo que significaría ganar

"Creo que repercutirá en los aficionados, y cuando digo 'los aficionados', me refiero a nuestros aficionados, porque necesitan esta victoria, porque mirarán al entrenador de otra manera, porque significaría jugar en la Champions League [la próxima temporada]".

"[Jugar con el Benfica en la final de la Europa League de 2014] fue obviamente un momento muy especial. Recuerdo nuestros preparativos durante la semana, con todas las entrevistas. Cuando intento recordar momentos concretos del partido, no puedo [su equipo perdió ante el Sevilla en los penaltis]. Lo que sé es que no me llevé nada de allí, nada. Nunca podré decir que fui finalista. No quiero decirlo. Estos partidos hay que ganarlos, y si no, sólo queda la tristeza".