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Supercopa 1984: Boniek, el héroe juventino

Dos goles del delantero polaco en Turín dieron a la Juve su primera Supercopa de la UEFA.

Boniek, héroe de la Juve
Boniek, héroe de la Juve ©Getty Images

Juventus - Liverpool 2-0
(Boniek 39' 79')

Tal era la carga de partidos del Liverpool, vigente campeón de Europa, que sólo pudo encontrar una fecha para medirse al Juventus en la Supercopa de la UEFA de 1984. Fue en Turín en enero de 1985.

El Liverpool se alzó con su tercera Copa de Europa en el verano de 1984 cuando, después de empatar a uno ante la Roma, se impuso en la tanda de penaltis. La Juventus, por su parte, se había hecho con la Recopa de la UEFA al vencer por 2-1 al Oporto en Basilea.

El autor del que resultó ser el gol de la victoria en ese partido, Zbigniew Boniek, iba a ser también el héroe del Juventus en la truncada final de la Supercopa de la UEFA. El internacional polaco abrió el marcador en Turín a los 39 minutos y superó a Bruce Grobelaar, portero del Liverpool, por segunda vez a los 79 minutos.

Sin la acostumbrada segunda vuelta para defender su ventaja, esa victoria dio a la Juventus la Supercopa de la UEFA.

Aquella fue la última Supercopa de la UEFA en dos años. Juventus y Liverpool se volvieron a encontrar en la final de la Copa de Europa el 29 de mayo de 1985, pero el partido en el Heysel Stadium de Bruselas se volvió insignificante después de que la violencia en las gradas provocara la muerte de 39 aficionados.

El partido se jugó, con un gol de Michel Platini dando la victoria a la Juventus, pero aquello fue un título vacío. Cuando el fenómeno del ‘hooliganism’ alcanzó en Inglaterra su punto álgido, la UEFA prohibió a los clubes ingleses su participación en Europa durante cinco temporadas, lo que a su vez supuso la cancelación de la Supercopa de la UEFA de 1985.

El rival local del Liverpool, el Everton, habría jugado contra el Juventus en ese partido, tras haber ganado la Recopa de la UEFA, pero la prohibición significó que nunca tuvieron la oportunidad. El equipo italiano, mientras tanto, estaba demasiado afligido como para querer un encuentro así.