El Zenit da la sorpresa

El FC Zenit St. Petersburg se convirtió en el primer equipo ruso que conquista la Supercopa de la UEFA después de batir con total justicia al Manchester United FC gracias a los goles de Pavel Pogrebnyak y de Danny en cada parte. El actual campeón de la UEFA Champions League logró recortar distancias con un tanto de Nemanja Vidić pero se mostró impotente durante buena parte de la final ante un conjunto ruso que mostró una mejor forma física y un gran planteamiento.

Ausencias
En el tradicional escenario de la Supercopa de la UEFA, el Estadio Stade Louis II, los jugadores saltaron al terreno de juego dispuestos a dar el pistoletazo de salida a una nueva temporada europea. Sin embargo, por diferentes razones, las estrellas indiscutibles de uno y otro equipo no estaban entre los 22 elegidos: Cristiano Ronaldo sigue lesionado, mientras que el ruso Andrei Arshavin, una de las sensaciones de la UEFA EURO 2008™, comenzó el partido desde el banquillo por decisión técnica.

El Zenit, rodado
El Zenit se marchó al descanso con ventaja en el marcador gracias a un tanto de Pogrebnyak a punto de finalizar el primer período, pero la superioridad del equipo ruso fue patente durante los primeros 45 minutos. Quizás el hecho de que el Zenit se encuentre en el ecuador de su liga doméstica explique su buen estado de forma. Desde el primer minuto su ritmo fue trepidante y encabezados por su reciente fichaje Danny disfrutaron de las mejores ocasiones. Primero fue Pavel Pogrebnyak el que mandó arriba un buen centro de Aleksandr Anyukov y más tarde, en el 23’, Alejandro Dominguez hizo retorcerse en sus asientos a los aficionados del Manchester con el lanzamiento de libre directo que rozó la portería defendida por Edwin van der Sar.

Gol de Pogrebnyak
Los ingleses no encontraron la forma de derrumbar el entramado defensivo ruso siempre desde el buen gusto del juego de toque. Carlos Tévez se descolgaba al centro del campo en busca del balón pero sufrían mucho para crear jugadas de peligro. Sin embargo, la lucha del delantero argentino provocó la mejor ocasión de los de Alex Ferguson en el 34’. Luchó un balón y apuró línea de fondo pero su balón al corazón del área fue desperdiciado por Wayne Rooney con todo a favor. Aún hubo tiempo para que el Zenit diera dos sustos más a los ingleses, sobre todo con un remate a bocajarro de Ivica Križanac, pero el dominio se materializó en el marcador a un minuto para el final de la primera parte. Entonces, un saque de esquina de Domínguez fue peinado en el primer palo por Igor Denisov para que Pogrebnyak, en línea de gol, mandase a los suyos a la caseta con ventaja en el marcador.

Misma tónica
A pesar de la ventaja del Zenit, Dick Advocaat, entrenador del equipo ruso, introdujo en el descanso a un atacante más: Andrei Arshavin. Rooney siguió desasistido y la ausencia de Cristiano Ronaldo se hizo más grande con el segundo tanto del Zenit, un golazo de Danny en el 58’. El luso controló el balón cerca del medio campo y ya no hubo nada que lo detuviese. Se dio la vuelta, encaró la portería del Manchester, recortó a Rio Ferdinand y batió a Van der Sar por el palo corto. Un golazo digno de una final europea.

Responde el Manchester
Fruto del segundo tanto ruso, el Manchester buscó de forma definitiva la portería de Vyacheslav Malafeev. Ferguson buscó la reacción con hombres de refresco (John O'Shea y Ji-Sung Park) y las ocasiones llegaron, ya que en el 63’ el Manchester desaprovechó una gran oportunidad para recortar distancias. O’Shea enganchó un potente disparo desde la frontal que despejó Malafeev y cuyo rechace tampoco transformó el coreano. Al final fue Vidić el que dio emoción a los últimos minutos con un gol cerca del área pequeña tras aprovechar una cesión de Tévez a la salida de un saque de esquina.

Campeón
El Zenit comenzó a notar el esfuerzo realizado durante buena parte del partido, lo que dio alas al conjunto inglés. Los nervios de olvidar un mal arranque en la Premier-Liga rusa pesaron un poco en el Zenit y provocó que el Manchester rozara el gol en los últimos minutos aunque con más corazón que juego, lo que se demostró con la expulsión de Paul Scholes . Al final, el árbitro señaló el final del partido y la alegría se desbordó en el Zenit, que puede alardear de ser el primer club ruso que logra la Supercopa de la UEFA.