"La maravillosa sorpresa" de Kuipers
viernes, 26 de agosto de 2011
Resumen del artículo
El orgullo por sus logros y la confianza en sus habilidades son las sensaciones que disfruta el árbitro holandés que estará al cargo de la Supercopa de la UEFA de este viernes entre Barça y Oporto.
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El orgullo por sus logros y la confianza en sus habilidades son las sensaciones que disfruta Björn Kuipers, el árbitro holandés que estará al cargo de la Supercopa de la UEFA de este viernes entre el vigente campeón de la UEFA Champions League, el FC Barcelona, y el campeón de la UEFA Europa League, el FC Porto, en el Stade Louis II de Mónaco.
Kuipers estará acompañado por sus compatriotas Erwin Zeinstra y Berry Simons (asistentes arbitrales), Bas Nijhuis (cuarto árbitro) y Richard Liesveld y Danny Makkelie (asistentes arbitrales adicionales).
"Es una sorpresa maravillosa. Cuando fui nombrado para el partido de la Supercopa me sentí muy feliz. Cuando el viernes esté alineado con los equipos justo antes del partido estaré muy orgulloso. Creo que es fantástico estar aquí", comentó Kuipers a UEFA.com.
Este propietario de un supermercado de 38 años en el este de Holanda accedió al arbitraje internacional en 2006 y ya ha conseguido algunos grandes logros. Sus primeros pasos en la escena internacional le llevaron en su primer año a la final del Campeonato de Europa Sub-17 de la UEFA de 2006, un hito que volvió a repetir en 2009 en el Europeo sub-21.
Más recientemente dirigió un partido de play-off, dos de la fase de grupos y uno en los octavos de final de la UEFA Champions League 2010/11, además de otros tres partidos de la pasada UEFA Europa League, como el encuentro de ida de la semifinal entre el Oporto y el Villarreal CF. Sin embargo, para Kuipers, el nombramiento para el choque de este viernes en Mónaco representa una nueva cima en su carrera.
Todo esto premia los esfuerzos de un árbitro que comenzó como oficial a la temprana edad de 16 años y que, como tantos otros, empezó como futbolista. "Mi padre fue árbitro y cuando yo estaba en el campo como jugador era el chico que siempre sabía más que el árbitro. Así que mi padre me dijo que si sabía todo tan bien quizás debía intentar ser árbitro. Y eso es lo que hice", comentó.
"Nunca pensé en alcanzar este nivel porque era una afición por entonces, pero me gustaría llegar a la cima. Nunca he tenido un modelo, aunque obviamente admiro a varios árbitros y sus diferentes estilos. No creo que sea bueno copiar a nadie", añadió Kuipers, que está casado con dos chicos pequeños, un niño de dos años y una niña de seis.
La concentración es un componente vital para el árbitro, y Kuipers insiste en la absoluta necesidad de estar completamente concentrado en el trabajo desde el pitido inicial hasta el último suspiro. "Obviamente es importante acertar en la primera decisión del partido porque ganas confianza, pero no es sólo importante el primer minuto del partido, es todo el encuentro. Como árbitro de este nivel, uno puede tener un muy buen encuentro como árbitro pero también puede cometer un error en el último minuto, así que hay que estar concentrado a lo largo de todo el partido", confesó Kuipers.
El viernes será el gran momento en las vidas de Kuipers y sus colegas, pero su profesión le obliga a enfocar esta ocasión de forma minuciosa. "Nuestra preparación será la misma que para otros encuentros. Como profesionales no haremos nada diferente". Y esta preparación incluye una reunión de equipo antes del viaje al estadio. "Después cuando estamos en los vestuarios, estaremos relajados, habrá un buen ambiente y nos apoyaremos cuando salgamos al terreno de juego".