Hazard mira a Mónaco

Eden Hazard ha forjado su carrera en Francia y en Bélgica, su país natal, durante los últimos años y el viernes 31 de agosto espera demostrar al mundo sus cualidades en la Supercopa de la UEFA.

Hazard jugó en el Stade R. Brainois con cuatro años. Ese fue su primer equipo y, después de varios entrenamientos, uno de los técnicos comentó años más tarde que "no tenía nada que enseñarle". Siendo un adolescente fue el principal pilar del LOSC Lille Métropole durante cuatro temporadas, jugó un papel clave y fue fundamental para lograr el doblete en la temporada 2010/11. Ahora, sin embargo, a raíz de su fichaje por el Chelsea FC, el extremo de 21 años tiene un nuevo reto.

"Es totalmente diferente", dijo a UEFA.com. "Incluso en Estados Unidos (que el Chelsea visitó en la pretemporada en julio), el equipo es famoso. Con el Lille nos íbamos al sur de Francia y la gente no nos reconocía, pero el Chelsea es un club muy grande. Los jugadores están a otro nivel, la cantera está a otro nivel. Todo ha cambiado para mí: el idioma, el país y ahora me toca a mí adaptarme", agregó.

No lo ha hecho mal hasta ahora, marcando un gol, dando tres asistencias y forzando dos penaltis en sus tres primeros partidos en la Premier League. El 31 de agosto podría conquistar la Supercopa de la UEFA si derrota al Club Atlético de Madrid. "Son un gran equipo con grandes jugadores. Espero que sea un buen partido y que ganemos para poder conquistar mi primer título con el Chelsea. Sin embargo, espero que sea un partido muy difícil contra un gran equipo. No va a ser fácil", indicó Hazard.

Pese a su calidad individual y a su velocidad, Hazard aseguró que es un jugador de equipo."Yo no estoy aquí para ser una estrella, para mostrarme, yo estoy aquí para jugar por mis compañeros", explicó. "En lo personal, espero poder jugar lo máximo posible, dar lo mejor de mí cuando esté en el campo, ganarme la confianza del entrenador y devolver esa confianza", concluyó. Una buena actuación en la Supercopa sería una buena forma de conseguir la confianza de Roberto di Matteo.