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Análisis táctico del Bayern - Sevilla: presión ante presión

La presión alta ha dado grandes frutos al Bayern y al Sevilla en Europa la temporada pasada. Desciframos su duelo táctico de cara a la Supercopa de la UEFA.

Jesús Navas es un jugador clave en el juego del Sevilla
Jesús Navas es un jugador clave en el juego del Sevilla Getty Images

¿Qué puede suceder cuando dos equipos reconocidos por su juego de alta presión tienen la oportunidad de luchar frente a frente?

La Supercopa de la UEFA del jueves parece que dará una respuesta después de que el Bayern de Múnich y el Sevilla emplearan una estrategia agresiva de presión la temporada pasada, superando a sus rivales en su camino hacia la conquista de sus respectivos títulos.

Para el Bayern, el catalizador de su llamativo enfoque de juego es Hansi Flick, que asumió el cargo de entrenador interino el pasado mes de noviembre y que en abril ya había hecho lo suficiente para conseguir un contrato de tres años. Como explicó Thomas Müller en la previa de la final de la UEFA Champions League, Flick dio al equipo un mensaje en su primer día que contrastaba con la mentalidad más defensiva de su predecesor Niko Kovač. "Quiero que nos arriesguemos", dijo por entonces el exentrenador del Hoffenheim. "Quiero que juguemos al ataque con valentía. Quiero que no tengamos miedo de tener una línea defensiva estable”.

Paris - Bayern 0-1

Rápidamente se demostró que tenía razón. En la UEFA Champions League de la temporada pasada, el Bayern registró 44 disparos a los 15 segundos de la recuperación del balón. Asimismo, impidió que los equipos rivales encontraran su juego, ya que el equipo de Flick fue el único equipo junto con el Ajax en cuanto a tiempo dado al rival antes de cada intervención defensiva (8,01 pases de media). De adelante hacia atrás, el ritmo de trabajo del cuarteto ofensivo de los campeones alemanes repercutió positivamente en todo el equipo.

El seleccionador de Inglaterra, Gareth Southgate, fue uno de los muchos observadores sorprendidos por el espectáculo. "Muchas veces los cuatro defensores estaban protegidos debido a que los de adelante del equipo sobrecargaban las áreas y ganaban los balones en una parte alta del campo", explicó. "Nunca he visto un equipo tan compacto, particularmente [partido de cuartos de final] contra el Barcelona. Muy compacto desde la defensa hasta el ataque. Y eso parecía un alto riesgo, pero la defensa estaba feliz de lidiar con eso. Ese colectivo de presión y su organización fueron realmente impresionantes”.

Robert Lewandowski presionando al defensa del Barcelona Gerard Piqué durante los cuartos de final
Robert Lewandowski presionando al defensa del Barcelona Gerard Piqué durante los cuartos de finalGetty Images for FC Bayern

El Bayern tiene jugadores que han jugado durante mucho tiempo en un sistema 4-2-3-1, tanto para el club como para la selección. También tienen jugadores con el perfil para afrontar un juego de presión, empezando por el portero Manuel Neuer y su habilidad para defender el espacio detrás de la línea de presión. Esto se puso de manifiesto en la primera mitad de la final contra el París Saint-Germain, cuando Neymar entregó un balón por detrás de la defensa del Bayern para que Kylian Mbappé lo persiguiera. Con una gran anticipación, Neuer pudo alcanzarlo pronto, a mitad de su campo, antes de que el delantero pudiera acercarse.

Además de su concentración, su abnegación y su poderío atlético, los jugadores del Bayern también mostraron flexibilidad táctica durante la fase de eliminatorias. "Cuando vi la [semifinal] contra el Lyon, se podía ver que las posiciones de salida del balón y el movimiento eran muy diferentes que contra el Barcelona", dijo el seleccionador belga Roberto Martínez. "El entrenador les da una verdadera disciplina en cuanto a sus posiciones al inicio del partido y luego es casi una libertad dentro de esa estructura. Contra el Lyon, fue un poco más específico al jugar contra una defensa de cinco”.

Sevilla - Inter 3-2

En cuanto al Sevilla, gran parte de su éxito en la UEFA Europa League fue el resultado de los laterales, Sergio Reguilón y Jesús Navas, ocupando posiciones adelantadas en el campo y teniendo la oportunidad de ir al frente cada vez que se presentaba la oportunidad. Con Éver Banega dando soporte por delante de los centrales, esas oportunidades fueron muy seguidas. Y cuando Banega replegaba, Fernando era quien prestaba ayudas en el ataque del Sevilla, casi como un delantero auxiliar. Junto con Joan Jordán, los tres tenían todo cubierto.

La alta presión defensiva del equipo español se vio confirmada en sus estadísticas, con sus fases de posesión comenzando, en promedio, a 39,4m de su portería, la segunda cifra más alta de la competición. Crucialmente, fueron capaces de mantener esta alta presión (37,5m) en la final contra el Inter de Milán. "Es una forma de jugar que consume mucha energía, si se sigue presionando, sobre todo cuando los partidos se desarrollan con fuerza y rapidez. Tienes que estar impresionado con la forma en que el Sevilla fue capaz de adaptarse partido a partido y utilizar esta estrategia de presión alta como estructura en la final", dijo Jarmo Matikainen, un observador técnico de la UEFA.

Sevilla - Man. United 2-1

Para que un movimiento tan organizado y claramente armonizado funcione en esas condiciones, el Sevilla necesitaba algo más que 11 jugadores preparados en ese sistema, y el entrenador Julen Lopetegui tenía exactamente eso. El desgaste adicional de jugar tres partidos de eliminatorias en el periodo de once días en la fase final del torneo puede haber motivado sus sustituciones en la última media hora de la semifinal contra el Manchester United. Sin alterar la forma y la mentalidad de su equipo, reemplazó a Lucas Ocampos y Youssef En-Nesyri por Munir y Luuk de Jong. Este último aportó el gol de la victoria unos 20 minutos más tarde y así se ganó un puesto de titular en la final, donde volvió a ser protagonista con un doblete.

Esa adecuada inyección de energía permitió al Sevilla recuperar el control del United sin cambiar su estrategia, una estrategia que claramente ha dominado. "El Sevilla tenía el paquete completo. La diferencia, muy a menudo, es que los equipos que son capaces de pasar por alto esa alta presión son capaces de jugar incluso bajo una presión alta. Para hacerlo de forma colectiva, todo el mundo necesita estar preparado para ello", añadió Matikainen. Al final, ninguno de sus rivales pudo ofrecer una solución. Pero si el Sevilla está listo para probar su propia medicina contra el Bayern, y viceversa, veremos.

Este artículo es del programa oficial de la Supercopa de la UEFA, que está disponible para su compra aquí.